EL MAR CONTINÚA TRAGANDO INOCENTES QUE HUYEN DE LA GUERRA Y EL HAMBRE.

Ayer, como casi cada día, decenas de personas, entre ellas niños y niñas, han muerto en el mar ahogados después de naufragar las míseras  y sobrecargadas embarcaciones en las que les hacinan los despiadados traficantes de humanos. Viendo la cara infantil tierna y el espanto en sus ojos de los niños y niñas supervivientes y de los propios mayores, podemos hacernos cargo, por mínima que sea nuestra sensibilidad, del horror y dolor que sintieron los ahogados al producirse la desgracia, tan frecuente como la  indiferencia de los que tienen poder y lo contemplan sin hacer nada para evitarlo.

Es cierto que los traficantes de personas son unos desalmados que deben encerrarse a cal y canto para que no puedan cometer más atrocidades por embolsarse un repugnante dinero manchado de sufrimiento y sangre. Pero siendo esto cierto, de inmediato debemos denunciar a las autoridades turcas y europeas por permitir los desmanes y crímenes de los traficantes. ¿Dónde coño están y qué hacen estas autoridades? Muy simple saberlo con sólo seguir el rosario de noticias que se producen diariamente: las turcas persiguiendo kurdos en vez de consolidar el acuerdo de paz que tenían con ellos y ayudando, según les convenga en cada momento, a los terroristas y mercenarios que actúan en Siria, para que derroquen al actual gobierno; las autoridades europeas, corresponsables de varias guerras, entre ellas la de agresión contra el puebo y gobierno sirio, causante mayoritara del éxodo de millones de personas, parte de los cuales quieren entrar en Europa, y de la financiación y apoyo durante años a los mercenarios y terroristas que forman el Daesh, Al Nusra, Al Qaeda..., y que, como pasa siempre con los verdugos que se crean, se han emancipado y quieren organizar su Estado integrista represor, utilizando y deformando las creencias y volviendo a la sociedad a la edad media y a las mujeres cubiertas hasta los ojos a la edad de piedra, imponiendo el terror, la tortura y las más crueles muertes donde controlan. Y ya se atreven a atentados terroristas en París o en cualquier otro lugar del continente como están haciendo en Siria, Iraq, Libia o Afganistán, para crear el pánico, o hicieron el 11 de marzo de 2004 en Madrid, volando trenes y asesinando a 192 personas.

En lo que más directamente nos atañe como ciudadanos europeos y donde más podemos incidir tenemos la obligación moral y política de exigir varias cosas: primera que la UE, corresponsable de lo que ocurre en Siria, no amenace al gobierno de este país y haga lo imposible para un acuerdo de paz, que acabe con la sangría y destrucción y permita a los "refugiados" volver a su país para reconstruirlo y vivir pacificamente; segundo,destinar el dinero que se gasta en  alambradas y campos de internamiento en alimentos,  servicios y viviendas, que faciliten la vida de los miles de refugiados, de nuevo con las caritas infantiles ateridas, igual que la de los adultos; destinar de inmediato, paralelo a la búsqueda inmediata de un acuerdo de paz, de miles de millones para reconstruir lo destruido por las guerras y combatir el hambre y la miseria de toda la zona, todo ello con un programa concreto negociado con las autoridades de cada país afectado y controlado democraticamente para que no se pierda un solo euro por el camino en corrupción y enriquecimientos de los desalmados con poder.  De momento, eso es todo por hoy, haciendo un llamamiento a todas las personas de bien y sencillas para que miren los ojos suplicantes y aterrorizados de los niños y niñas que acaban de salvarse de un naufragio o están amontonados, ateridos de frío y empapados de lluvia, en los campos enfangados de las fronteras europeas, y hagan todo lo posible para mitigar su dolor, movilizándose y exigiendo a las autoridades soluciones urgentes y no parches piadosos con cartelitos de Wellcomen.

NO A LAS GUERRAS. PAZ YA EN SIRIA. NO MÁS MUERTES EVITABLES. QUE EUROPA SALGA DE SU EGOÍSMO Y ENCABECE LA PAZ Y LA RECONSTRUCCIÓN DE LOS PAÍSES DESTRUÍDOS POR LAS GUERRAS.