Pienso que tenía ojos claros
En los albores de mi vida
Como no soy ciego crédulo
Retorno al pasado la mirada´
Repaso imágenes y escenas
Me detengo en sus detalles
Nunca miré el mundo en paz.
O quizás sí, pero lo olvidé
Me balanceaban en brazos
Canturreaban simples nanas
Me acostaban en pañales
Hace mucho como veis
Pronto las nanas callaron
Y llegaron ruidos de truenos.
De antiguos golpes armados
De desalmados sin patria
Que hablando en su nombre
Al cruel abismo la lanzaron
Creando un inmenso vacío
De convivencias en conflicto
A los silencios forzados.
Y bramaron largo tiempo
Con las pistolas al cinto
La siempre viva cartuchera
La voz baja para la verdad
Escondida entre palabras
Que huían al viento
Que silenciaba el lamento.
Despacio mis ojos abrieron
Tenues ventanas al mundo
Al más próximo y al lejano
A América y al Vietnam
Del color oscuro al amarillo
Del blanco azabache al negro
De las voces distintas al igual.
Y seguí mirando incansable
Mis ojos no eran ya claros
Pero en ellos vivía la verdad
Que invadía mi razón
Y me impulsaba a la acción
Y mi palabra fue creciendo
Y se hizo libre y colectiva.
Y aquí estoy el dos de enero
De un nuevo año que es ya viejo
Los buenos deseos ya atrás
La verdad para continuar
Sin tregua y sin perdón
Con paciencia y frialdad
Con cálido y tranquilo tesón.
Paco Frutos. 2 enero 2017.
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