NUEVA AGRESIÓN SECE-FASCISTA EN LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA, EN UN ACTO SOBRE CERVANTES.
Con la tolerancia, el silencio y el mirar hacia otro lado de las autoridades académicas y políticas de Barcelona y Catalunya, los energúmenos independentistas de diverso pelaje, que se califican a si mismos de "antifeixistes", orientados por la CUP, este bodrio que usurpa las siglas de izquierda y que organiza e impulsa a los CDR como brigadas de asalto del fascio secesionista, impidió un acto sobre Cervantes en la Universidad, organizado por Sociedad Civil Catalana. El racismo catalán no tiene que envidiar a ningún otro. Sigue la tradición marcada por sus "teóricos e intelectuales", desde Prat de la Riba a Pompeu Gener, de Heribert Barrera a Pujol, de Puigdemont a Torra, apoyándose siempre en sus fuerzas de choque. De las brigadas de asalto de Estat Català de 1934, "Nosaltres Sols", al estilo de las SS alemanas, con Josep Dencás y los hermanos Badía a la cabeza, entre otros, modernizándose posteriormente con los valientes guerreros de Terra Lliure hasta llegar a los actuales CUP-CDR y sus aledaños. Toda una trayectoria de los que Quim Torra llama "Els pioners de l´independentisme".
Parece haber sido un proceso irreversible que indica sencillamente que cuando una mentira de origen se va encadenando día tras día a otras mentiras, los inventores de la mentira van metabolizando en su cerebro deformado la primera mentira y todas las siguientes, convirtiéndolas en verdades eternas incontestables. Viven inmersos en su mentira y engaño, y como esto necesita "masas" crédulas que les sigan ciegamente, utilizan todos los medios a su alcance para crearlas: adoctrinan desde la escuela y manipulan desde los medios de comunicación públicos, todo ello pagado con dinero público robado, que iba destinado a otros fines. El resultado de estas prácticas fascistoides es la manipulación de las conciencias hasta obtener la ciega credibilidad de los desinformados, ingenuos o arribistas que creen en milagros del tipo de que cuando "España y los españoles dejen de robar a Catalunya", esta será un paraíso sobre la tierra, sin lucha de clases, fraternalmente unidos todos por la "ancestral y milenaria identidad catalanoide", previo acto de fe identitaria de rendición de todos los españoles que un día invadieron Catalunya para liquidarla.
Es como si se hubiese producido un fenómeno biológico-anímico en el que los cerebros se van ablandando y se vuelven de golpe todos amarillos y amorfos y sólo circula por ellos una leyenda fraudulenta única que resume su mentira inicial repitiéndola hasta el agotamiento. Y la sociedad antes crédula y combativa, ahora continúa siendo crédula pero es menos combativa ya que acusa el golpe aquel de "Qué largo me lo fiáis", habiendo visto que el paraíso no está al doblar la esquina. El "procés" y toda su parafernalia está derrotado y acabado, pero durará mucho el estancamiento en la charca que crearon.
Las juventudes de Estat Català, tan parecidas a las que copiaron.
Y cuando no hay razón ni razones, el tumulto para amenazar.
(Vale la pena volver a leer el anterior artículo que publiqué: "Las amistades del Le Pen catalán") de Juan Fco Fuentes.
Con la tolerancia, el silencio y el mirar hacia otro lado de las autoridades académicas y políticas de Barcelona y Catalunya, los energúmenos independentistas de diverso pelaje, que se califican a si mismos de "antifeixistes", orientados por la CUP, este bodrio que usurpa las siglas de izquierda y que organiza e impulsa a los CDR como brigadas de asalto del fascio secesionista, impidió un acto sobre Cervantes en la Universidad, organizado por Sociedad Civil Catalana. El racismo catalán no tiene que envidiar a ningún otro. Sigue la tradición marcada por sus "teóricos e intelectuales", desde Prat de la Riba a Pompeu Gener, de Heribert Barrera a Pujol, de Puigdemont a Torra, apoyándose siempre en sus fuerzas de choque. De las brigadas de asalto de Estat Català de 1934, "Nosaltres Sols", al estilo de las SS alemanas, con Josep Dencás y los hermanos Badía a la cabeza, entre otros, modernizándose posteriormente con los valientes guerreros de Terra Lliure hasta llegar a los actuales CUP-CDR y sus aledaños. Toda una trayectoria de los que Quim Torra llama "Els pioners de l´independentisme".
Parece haber sido un proceso irreversible que indica sencillamente que cuando una mentira de origen se va encadenando día tras día a otras mentiras, los inventores de la mentira van metabolizando en su cerebro deformado la primera mentira y todas las siguientes, convirtiéndolas en verdades eternas incontestables. Viven inmersos en su mentira y engaño, y como esto necesita "masas" crédulas que les sigan ciegamente, utilizan todos los medios a su alcance para crearlas: adoctrinan desde la escuela y manipulan desde los medios de comunicación públicos, todo ello pagado con dinero público robado, que iba destinado a otros fines. El resultado de estas prácticas fascistoides es la manipulación de las conciencias hasta obtener la ciega credibilidad de los desinformados, ingenuos o arribistas que creen en milagros del tipo de que cuando "España y los españoles dejen de robar a Catalunya", esta será un paraíso sobre la tierra, sin lucha de clases, fraternalmente unidos todos por la "ancestral y milenaria identidad catalanoide", previo acto de fe identitaria de rendición de todos los españoles que un día invadieron Catalunya para liquidarla.
Es como si se hubiese producido un fenómeno biológico-anímico en el que los cerebros se van ablandando y se vuelven de golpe todos amarillos y amorfos y sólo circula por ellos una leyenda fraudulenta única que resume su mentira inicial repitiéndola hasta el agotamiento. Y la sociedad antes crédula y combativa, ahora continúa siendo crédula pero es menos combativa ya que acusa el golpe aquel de "Qué largo me lo fiáis", habiendo visto que el paraíso no está al doblar la esquina. El "procés" y toda su parafernalia está derrotado y acabado, pero durará mucho el estancamiento en la charca que crearon.
Las juventudes de Estat Català, tan parecidas a las que copiaron.
Y cuando no hay razón ni razones, el tumulto para amenazar.
(Vale la pena volver a leer el anterior artículo que publiqué: "Las amistades del Le Pen catalán") de Juan Fco Fuentes.
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