jueves, 25 de abril de 2019

 FINAL DE CAMPAÑA Y DE ARENGAS TEDIOSAS.


Miren si es importante para mí la política como básico instrumento para analizar la realidad, conocerla y tomar decisiones sobre todo lo que afecta a las personas y colectivos, que me duele ver cómo se ha ido degradando y prostituyendo, hasta el punto de que puede volver  y ser importante y decisivo el pensamiento más retrógrado y reaccionario. O sea, que hasta VOX, el representante más genuino de este pensamiento, hasta hace poco con una ínfima  presencia pública, puede subir espectacularmente, algo no previsto hace solo unos meses. Cuando fue elegido presidente del PP Pablo Casado hace unos meses, apunté que era una fuerte involución política, cultural y moral de la derecha. La realidad me ha dado la razón, Casado supera hasta a Aznar en todo y en lo peor, que ya es decir. Y sube VOX en Andalucía y llena salones ahora.  
Y aquí viene el terror de las "izquierdas" sobre el peligro de la hidra de las tres cabezas, un peligro que esas izquierdas han contribuido mucho a crear, con sus silencios y pasteleos sobre cuestiones trascendentes en nuestra actual situación política, con sus balbuceos y actitudes oportunistas y con sus campañas del miedo. En la campaña de las elecciones andaluzas pasadas ni una palabra sobre qué pasa con España y Catalunya, cuando era obvio que para muchos andaluces y andaluzas, y para los españoles en general, incluidos los catalanes, era algo muy serio e importante.  Y continúan insistiendo en lo mismo, con silencios o avalando referendos y diálogos tramposos. Y VOX pega el salto, por la utilización de este silencio, acompañado de su manipulación sobre la inmigración y la demagogia con los casi 40 años de gobierno del Partido Socialista en Andalucía. Y al día siguiente de las elecciones, Podemos y socios, secundados por el PSOE, llaman a salir a la calle contra el fascismo, cuando VOX ni siquiera ha tomado posesión de sus escaños, en vez de hacer un análisis en profundidad sobre las causas de la gran pérdida de votos del PSOE y de Adelante Andalucía. Y así continúan haciendo campaña gratis para VOX.
Y ahora nos encontramos, a solo tres días de abrir las urnas, con una situación en la que a mí me es difícil saber si los políticos de la "izquierda" son galgos o podencos. La extrema derecha que defiende por boca de Abascal la imposición de la homogeneidad cultural, moral y religiosa, que plantea una recentralización española de carácter franquista, que defiende políticas económicas con más recortes sociales, la privatización  de los servicios públicos básicos, medidas más neoliberales aún que las del PP y Cs, que ya es decir, en todo. Este VOX, que es un peligro para cualquier sistema democrático que no tenga una izquierda sindical y política enraizada firmemente en la clase trabajadora, se convierte en una especie de árbitro de la situación. Mal asunto cuando las propuestas programáticas concretas que se hacen sobre cada aspecto fundamental de la vida colectiva, y que deberían defenderse un día tras otro en empresas, barrios, colegios y universidades por los representantes activos del sindicalismo y de la izquierda, no solo en la campaña electoral, es sustituido por el grito de"cuerpo a tierra" que viene el tripartito del fascismo y "yo o el caos". 
Sin ver que en la derecha trifásica hay también una dialéctica contradictoria entre los más liberales y/o conservadores, que han tenido que aceptar reivindicaciones y derechos sociales conquistados por las luchas, y  los estrictamente reaccionarios, que  hacen que Garrido, el presidente de la Comunidad de Madrid, se pase a Cs y que el PP incorpore a la candidatura de las europeas al padre de Leopoldo López, el golpista venezolano. Un Leopoldo López y familia, y otros que no cito, que fueron recibidos y aplaudidos en su momento por los dirigentes del PP y de Cs, pero también por el PSOE y por la alcaldesa Carmena. Y Guaidó, el representante de un movimiento golpista venezolano impulsado por EEUU, es avalado y "elegido" presidente por todos,  incluido el PSOE. O sea, que VOX es anticomunista, y el PP y Cs también, y son neoliberales y reaccionarios, y avalan y defienden a golpistas y guerras, las encabece en España el gobierno del PP o del PSOE. Pero habiendo asumido que las cosas son así y que se deben y pueden cambiar si hay la inteligencia, la convicción y la voluntad políticas para hacerlo,  la pregunta que me asalta e inquieta es, ¿qué harán los verdaderos demócratas y representantes de la izquierda que muchas veces no están ni se les espera, ni hacen lo que deben hacer? Y de momento, salvo intentar contribuir a construir una izquierda operativa capaz de hacer lo que le compete, pregunto para intentar que otros pregunten y busquen respuestas como busco yo.     

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