martes, 7 de mayo de 2019

¿DESAPARECIÓ EL PADRINO?


Parece que Jordi Pujol Soley ha sido engullido por las covachas de la Generalitat nazional identitaria que, poco a poco y con la inestimable colaboración de los catalanes de pura cepa y de los "xarnegos" al estilo Rufián, reciclados de su anterior postración humana y social por parte de los catalanistas de pro, lo han amnistiado de todos sus múltiples y largos robos convirtiéndolo en "el nostre lladre". Ahora es un padrino doméstico que continúa acompañado de la inefable Ferrusola, aquella mujer que cuando se cansaba de que sus hijos solo encontraran niños que hablaban castellano en los juegos infantiles se subía a una avioneta y saltaba en paracaídas para airearse del mal olor charneguil. Yo sé que hay mucho estómago agradecido o que busca una ocasión para serlo y por ello encuentro cada vez más natural algo de lo que no fui consciente durante muchos años y a lo que contribuí a desarrollar con mi actitud activa o pasiva. 
Yo nunca tuve nada en particular contra Jordi Pujol, le conocía porque a veces se pasó por alguna reunión de la "Assemblea de Catalunya" para testimoniar la presencia nacionalista en una plataforma antifranquista ya que el nacionalismo en la lucha social y en la calle no pintaba nada, ni estaba ni se le esperaba. En las primeras elecciones autonómicas catalanas de 1980 fue elegido President de la Generalitat con los votos de CiU, 43 diputados y el 27,83%; Unión Centrista-UCD, 18 diputados, 10,61%; ERC,14 diputados, 8,90%, una ERC que al mando de Heribert Barrera no se equivocó ni un milímetro votando con la derecha a la cual ha pertenecido siempre. Por el lado de la izquierda de entonces, el PSC con 33 diputados y el 23,43%; el PSUC 25 diputados y el 18,77%. Si ustedes cuentan a los que se presentan como izquierda y lo son, aún sea solo un poquito, se darán cuenta de que PSC+PSUC+ERC eran mayoría absoluta para elegir un presidente, del PSC por ejemplo, y gobernar con programas más a la izquierda. Pero no, salió elegido Pujol con los votos de la derecha y de ERC y estuvo 23 añitos de presidente-cacique. Y conste que yo entonces, por mis responsabilidades políticas, trataba con él como President de La Generalitat y le respetaba como representante de la institución, aunque a muchos años vista reconozco que con la derecha él estaba construyendo ya su tinglado cultural y político nazional-secesionista sin darnos cuenta, mientras con la mano izquierda robaba todo lo que podía.
Me acuerdo de una anécdota ocurrida en Santa Coloma de Gramanet: Unos vecinos se manifestaban en un barrio popular, o sea, habitado por "xarnegos", porque carecían hasta de agua corriente. Pasó Pujol por allí para inaugurar una ruta senderista y le tiraron alguna piedra. Pujol bajó del coche, se encaró con ellos y les hizo callar. A un obrero llamado Gabriel que quería hablar y explicar por qué se manifestaban le hizo callar terminantemente con un "Cállese. Yo le daré la palabra. No le corresponde ahora". Como un verdadero cacique ante el peón.
Termino. Debemos agradecer que Jordi Pujol y lo que representa haya sacado del ostracismo más profundo al nazional-españolismo más franquista. Así ya tenemos movida reaccionaria por todas partes para que no decaiga. Y mientras, repito, el PADRINO se ha esfumado con sus dineritos largamente acumulados. 

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