miércoles, 29 de mayo de 2019

¿SEGUNDA VUELTA? CONTINUACIÓN Y BIPARTIDISMO.


No es una segunda vuelta que cambie lo fundamental, aunque matice y resitúe algunas cuestiones. 
Votos totales en las generales del 28 de abril: 26.361.051 
Votos totales en las europeas de mayo: 22.603.898
Una diferencia de votos totales de 3.758.153
En las europeas participa el 64 %, en las generales 10 puntos más.
Pueden haber variaciones insignificantes debido a pequeños errores en los cálculos. 
Para situar exactamente los resultados:
GENERALES 28 ABRIL                EUROPEAS 26 DE MAYO
1.- PSOE 7.480.755  28,7 %              7.359.617   32,8 %
2.- PP       4.356.023 16,7 %               4.510.193   20,32 %
3.- Cs       4.136.600 15,9 %               2.726. 642  12,29 %
4.- UP      3.732.929 14,3 %               2.252.378   10,15 %
5.- VOX  2.677.173 10,3 %                1.355.681   6,26% 

Y lo dejamos aquí para poder valorar sin manipular, los datos que afectan a los cinco partidos nacionales más importantes, lo cual no excluye valorar los resultados de los diversos partidos nacionalistas y secesionistas, teniendo en cuenta que en este apartado tampoco han habido sorpresas y que el esperpento catalán continúa, aún sin tener los secesionistas ninguna mejora o cambio sustancial en sus resultados anteriores. En Barcelona capital, ERC sube a costa de los antiguos convergentes, la CUP desaparece y fracasa la Assemblea Nacional Catalana, ANC, el sector separatista más radical y xenófobo. Veremos qué pasa con la alcaldía perdida por Ada Colau, una de las cómplices útiles del nacionalismo.
Resumiendo, el PSOE ha ganado por número de votos, escaños y concejales, las elecciones europeas, las autonómicas y las municipales, con un ligero aumento en relación a las generales de abril, reafirmando su resultado sin más. En las europeas, Josep Borrell ha sido su mejor baza para unos muy buenos resultados.
El PP y Casado parecen haber aprendido algo de su actitud política y de su campaña en las generales y han bajado el tono reaccionario y filo fascista en su competencia con VOX.  Sin salir todavía del estancamiento y habiendo perdido muchos votos en comparación con otras europeas, municipales y autonómicas, han parado el golpe y salvan la cara, especialmente por lo de Madrid que, como en Andalucía, perdiendo un montón de votos están en condiciones de gobernar. 
Cs ha pasado del sorpasso al PP para ser el representante principal de la oposición de derecha, o centro derecha como afirman para blanquearse, algo que creían tener al alcance de la mano, según se desprendía de todas sus actuaciones, a mantenerse y subir algo, pero continuando como tercera fuerza política nacional y servir de machaca al PP.
Unidos Podemos de antaño, o como quiera llamarse ahora, ha tenido un bajón espectacular que sitúa a la organización en fase de desaparición, si no hay una reacción política y organizativa de fondo que pase de justificaciones "autocríticas" y se dedique a poner en marcha urgente y prioritariamente cambios radicales en su discurso, en las propuestas, la organización y en las formas para estar insertos en la sociedad trabajadora, no solo para dar lecciones a esta desde el púlpito. Algo que no creo que vayan a hacer ya que padecen el síndrome del avestruz. Y por cierto, que Iglesias todavía limosnee un ministerio, en vez de volver a su trabajo anterior y no acabar de romperlo todo, es de juzgado. Y que Alberto Garzón le siga la corriente y busque salvar su tingladito y su silloncito unido fraternalmente a Iglesias, demuestra  a quienes se debería apartar para que no acaben destruyendo lo poco que queda de la izquierda alternativa. De todas maneras, estoy convencido de que si no hay una recuperación del mejor espíritu y capacidad de trabajo de la antigua IU, con todos los matices que las nuevas situaciones exigen, no hay alternativa a medio plazo. El equipo de IU de Zamora, con su alcalde Paco Guarido a la cabeza, enseña qué y cómo se debe hacer, incluso en un terreno social tan difícil como Zamora, para desarrollar, mantener y fortalecer un proyecto de la izquierda alternativa; Madrid es el claro ejemplo de la inutilidad política de organizaciones y dirigentes que vuelven a traer a la derecha por su incapacidad para consolidar un proyecto de la izquierda alternativa y por estar solo pendientes de sus intereses personales. Otra vez será, a esperar. Ni siquiera un buen candidato como Gabilondo ha sido capaz de romper la inercia. 
Y, finalmente, VOX.  A Pedro Sánchez le sirvió en las generales abrir la espita del terror a que venía el coco. En estas se ha mantenido la tendencia a colocar a esta organización en su verdadera fuerza actual y VOX queda situado en el lugar que le corresponde en la conciencia de las "masas", tan volátil siempre, y en la actual correlación de fuerzas. VOX es un residuo del pasado más reaccionario y no lo ha disimulado al aparecer, consolidarse  y tener una cierta base social, ni para hablar de derechos sociales y políticos, ni para decir brutalidades sobre la violencia contra la mujer, ni tampoco de su concepción de la España del nacional catolicismo franquista para competir con el nacional catolicismo pujolista. Pero parece que últimamente ha empezado a darse cuenta de que no iba muy lejos con  su violencia verbal desaforada y las amenazas de vuelta atrás reaccionarias y ha rebajado sus tonos para no quedar como un espectro político peligroso, agarrándose a una concepción autoritaria de la Constitución para  proclamarse constitucionalista. Se trata, pues, de mantener la tensión frente a VOX y a lo que representa y defiende pero sin recurrir al terror trifacha asomando por la esquina, ni sobrevalorar su presencia y perspectiva futura.
Y en el conjunto de la Unión Europea, ¿qué ha sucedido?  
Ha habido más participación, pasando del  43% de hace cinco años al 51. Frente al bipartidismo absoluto de siempre entre socialdemócratas y cristiano demócratas conservadores, la extrema derecha ha subido pero no ha pegado el salto que se anunciaba a bombo y platillo, también para inspirar terror como en España. Los Verdes han subido mucho, en especial en Alemania, obteniendo el 20 por cien de los votos, y en Francia con el 13 %. A pesar de ello, el Partido Popular Europeo, continuará siendo el grupo más numeroso del Parlamento con el 24 % de escaños, seguido de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas con el 19,3 %, y de la Alianza de los Liberales y Demócratas de Europa (ALDE) con el 14,5 por cien.
Remarcar por lo que  nos afecta, o afectaba, que, al igual que en España, la izquierda considerada antes alternativa también tiene un fuerte bajón en la Unión Europea, pasando el grupo de La Izquierda Unitaria Europea- Izquierda Nórdica, GUE, de 52 escaños a 38, destacando el derrumbe de Syriza en Grecia. 

Y de momento esto es todo en relación a lo que consideré la segunda vuelta en España de las elecciones del 28 de abril. En conjunto, considero que tanto en España como en la UE, sigue existiendo un bipartidismo con características cambiantes, que refuerza el eje económico y político conservador, en el que las organizaciones políticas que hace pocos años trabajaban y competían sólidamente por ser alternativa real a la derecha y a las políticas de derecha, o incluso se regodeaban sin causa en oleadas de triunfalistas sorpassos,  han perdido en la actualidad su opción a jugar un papel político importante. Otra vez será si hay inteligencia, y capacidad política para construir una verdadera alternativa de cambio.

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