lunes, 14 de febrero de 2011

¿Sólo el norte de África?

Con motivo de las revueltas en Tunez, Egipto y otros paises, los estrategas occidentales de la economía, la política y la prensa, con prepotencia y suficiencia
han descalificado a estos paises achacando la crisis en exclusiva a la corrupción y a la represión política. Está claro que estos dos elementos son muy importantes pero hay otros tan significativos, como son la miseria o pobrez a, la marginación social, la falta de servicios públicos esenciales, y el paro, sobre todo para la población mayoritaria joven a la que se le niega cualquier perspectiva de futuro modestamente decente. Eso en el norte de África.
¿?Sólo en el norte de África? No me refiero a realidades todavía más duras existentes en el mismo continente y en otros, sino a las que vivimos en los paises con fuerte desarrollo económico, como EEUU, la UE, y España para no ir más lejos, en los que crece el paro, la desigualdad (los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres), se liquidan o reducen derechos sociales históricos y se privatizan servicios públicos esenciales para la mayoría de la población trabajadora. Hay un espectacular retroceso en los niveles de vida, especialmente entre los jovenes, muchos de los cuales, después de largos y duros estudios, se encuentran sin trabajo relacionado con lo aprendido y sin trabajo de ningún tipo. Bueno, unos cuantos de ellos irán a Alemania emulando a los abuelos. Todo ello va formando una caldera a presión que algún día estallará.
Espero que la sociedad trabajadora esté para entonces más organizada y unida para encabezar, dirigir y llevar a cabo los cambios económicos, sociales y políticos que la situación requerirá. Hará falta que la conciencia social crítica
se eleve mucho para salir de la actual pasividad y alienación. Es posible. Hasta hace unas semanas en el mundo árabe, hoy en revuelta, parecía predominar la sumisión y el miedo. Algo ha cambiado. Ahora viven una revuelta con posibles cambios sociales y políticos, mañana pueden vivir una revolución. No se sonrían ustedes, gente del sistema.

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