Algo sobre Mc Cain, los "rebeldes libios" y la "Comunidad Internacional".

No les llamo hijos de puta porque tengo mucho respeto a las putas y no creo que se las deba insultar y mucho menos comparar con la cuadrilla de fascinerosos y asesinos que dominan el escenario internacional del robo y de la guerra, incluidos los y las cómplices necesarios para el robo y el crimen, vecinos/as de España. Deberemos inventar nuevas palabras rotundas para calificar, o descalificar, a los que se lucran con el esfuerzo o la miseria de la mayoría o con la sangre de los pueblos para mantener la más brutal tiranía sobre la humanidad, tiranía que muchas veces se viste de democracia o de defensa de los derechos humanos.
Mc Cain, el último candidato republicano a la presidencia de los EEUU, que no ha ido a Libia en son de paz, ha visitado en Bengasi a la "flor y nata", a los que mandan, en este revoltillo de reaccionarios de diverso pelaje bautizados por la prensa oficial de "rebeldes". La minoría de combatientes honestos, que, seguramente, no estaban en la entrevista con el enviado de la industria bélica de los EEUU, ya descubrirán en el futuro su gran error en haberse aliado con sus futuros verdugos. Mc Cain, declarado héroe de la guerra de Vietnam, ya saben ustedes de qué va eso, es un personaje ultraconservador de la política yanqui, al que le ha salido un flanco republicano más conservador todavía, el Tea Party, que ha visitado Libia para pedir más bombardeos de la OTAN, más armas para los rebeldes y más intervención con el objetivo de quedarse y disfrutar de los despojos de Libia cuando hayan matado y destruído tanto como en Irak. Mc Cain hace lo mismo que Obama pero sin complejos. La derecha y la derecha extrema no tienen ni complejos ni escrúpulos a la hora de matar y destruir para rapiñar las riquezas.
Lo que yo todavía encuentro más sorprendente es que un movimiento llamado rebelde pida más bombardeos contra su propio pueblo y más destrucción material, en vez de sentarse desde el principio a negociar con el gobierno libio una solución política, tal como les pidió la delegación de la Unión Africana, propuesta aceptada por el gobierno y rechazada por ellos. Es incomprensible que unos "rebeldes", que dicen luchar por la libertad y los derechos humanos, confien su destino a los principales depredadores de la libertad y de los derechos humanos en el mundo. Saben qué les digo, son en su mayoría chusma que sólo espera que el poder cambie de manos para repartirse el botín con los "libertadores" de las bombas, que buscan interlocutores en Libia más dóciles que Gadafi. Y todavía hay ingenuos, cretinos y embusteros, que dicen militar en las filas de la izquierda, que les llaman revolucionarios.
Por cierto, la información sobre Siria, incluidas las amenazas de Obama y de los regímenes capitalistas, me parece otro montaje indecente al estilo del de Libia. Los medios de propaganda occidentales, sus mercenarios y algunas ONGs, actúan de la misma manera.