Todavía me estoy desternillando de risa desde que el otro día escuché a una caterva de reaccionarios y reaccionarias del PP denunciar la gravísima manipulación del gobierno y del PSOE en los medios de comunicación públicos. Cuando termine de reir me pondré un vídeo actual de Telemadrid, otro de Canal 9 y unos cuantos de la época de gloriosa, libre y objetiva información del PP en sus 8 años de gobierno.
El núcleo principal de la política española, al menos en lo que respecta al PP, al PSOE y a sus muletillas periféricas intercambiables, es un ejercicio permanente de cinismo y mentiras. Cuando conviene se echan a la cabeza el palo de la bandera de la patria y se envuelven en su trapo particular, y otras veces pactan lo que ellos llaman una política de estado que es, ni más ni menos, ponerse de acuerdo para joder a los de abajo y salvar a los de arriba, para los cuales uno y otro trabajan. Los periféricos, con sus banderitas de provincia, jalean al que interesa en cada momento.
Estamos teniendo una prueba de lo que estoy diciendo en la información-propaganda sobre su guerra en Libia, que transmiten de forma indecentemente exacta, desde los órganos que controlan en cada ámbito, sean públicos o privados.
Resumiendo, los del PP tienen un rostro de cemento armado al acusar al PSOE de manipulación de los medios cuando ellos manipulan tanto o más que el PSOE. El problema para la libertad de información veraz y para la ciudadanía es qué hacer, si se puede hacer algo a medio plazo, para que ninguno de los dos, ni otros desde sus gobiernos autónomos, puedan mentir y tergiversar permanentemente, conformando una opinión pública acrítica y capaz de tragarse lo más inverosímil si se lo vende un rostro o una voz de mercenario/a del sistema, desde la televisión o la radio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario