De Aznar ya está casi todo dicho. Yo lo resumiría, ratificándome en una opinión
que he mantenido permanentemente: Dentro de las luces y las sombras que rodean la vida de cada persona, los rasgos más definitorios y definitivos de Aznar son su prepotencia,autoritarismo, chulería y mediocridad, especialmente puestos de relieve en sus últimos momentos de gobierno y en su ridicula y servicial relación con Bush. Una relación que, en su paranoia reaccionaria, le hizo cómplice de las mentiras monstruosas que sirvieron para la guerra de Irak. Aznar, como cómplice de crimenes de guerra, tiene una deuda de sangre con los centenares de miles de personas muertas,
por la destrucción material y humana de un país y por el enfrentamiento étnico-religioso que dejaron para mucho tiempo en Irak. Bush, Aznar, Blair, Barroso y todos los aliados que intervinieron en esa guerra algún día deberían pagar.
Esto lo digo yo, el PCE, IU y unos cuantos más. Lo dijimos desde el principio. Que yo sepa, ni Blanco ni ningún alto dirigente del PSOE se ha expresado nunca en estos términos.Seguramente porque si lo hicieran alguién podría preguntarles por su actitud cuando Solana mandaba bombardear Yugoslavia o por lo que hacen actualmente en Afganistan.
Normalmente cuando habla Blanco hay una subida brutal del pan y la gente se esconde por las esquinas. Esta vez, exactamente igual. Está bien preguntarse por la amistad de Aznar con Gadafi o por sus mutuos negocios, si los hay. Blanco debería
preguntarse también, para que no quedara todo en el cutre enfrentamiento electoralero PP-PSOE, por la amistad y los negocios con Gadafi del Rey, Zapatero, Obama, Blair, Sarkozi, Berlusconi, Felipe González, Gallardón, Bruno Kreisky, Ban Ki Moon, Medvedev..., todos ellos fotografiados en enternecedoras escenas con el que ahora descalifican por cruel dictador, sátrapa, asesino. Y remarco, en especial, las
imágenes del payaso con tacones, Sarkozi, casi pareja de hecho durante un largo periodo con Gadafi, De Zapatero y Obama, los dos que, según Leire Pajín, iban a constituir una nueva constelación de brillantes estrellas, o, para no abundar más,
el basurero del imperio, Ban Ki Moon. Ahí Blanco podría sacar un filón de anécdotas sobre la amistad y los negocios. No lo hará porque su principal función en la vida política es hacer de mamporrero barato contra el PP. Luego, fuera del gobierno y de sus gratificaciones, ya buscará y encontrará en la empresa privada a quien le pague para que utilice sus contactos para los negocios. Exactamente igual que Aznar y González. Es preciso levantar el listón del debate ideológico y politico en España.
Con esos protagonistas la política sólo se verá como un oficio de pillos, corruptos e inútiles. Y eso, impregna a toda la sociedad, una sociedad que acepta y se acomoda
a lo que hay y por ello vota a los protagonistas principales de lo que hay.
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