Paro, empleo por horas, precariedad, lucha en el ejército de reserva para venderse más barato, humillación y pérdida de la auto estima; desahucios, a la calle y continuar pagando la hipoteca; proceso rápido de degradación de la sanidad pública, privatización progresiva de ésta, pago de servicios básicos; similar proceso en la educación pública. Y debe tenerse en cuenta que si se degrada lo público se produce un fenómeno parecido en lo concertado o privado, ya que se ven menos forzados a dar servicios que compitan con lo público.
Como consecuencia de lo anterior, y de más cosas, crece la pobreza, la miseria, el hambre. En Grecia abandonan niños a las puertas de organizaciones religiosas, hay más suicidios. ¿ Sólo en Grecia? ¿Y los comedores de la caridad en España, que no dan el abasto para atender tanta pobreza y necesidad? Hay un proceso rápido de avance hacia el siglo XIX. Muchas de las cosas que pasan en los países economicamente desarrollados, no tratando hoy de la miseria masiva y del caos social de los llamados eufemísticamente "en vías de desarrollo", recuerdan los escritos de Víctor Hugo y de Charles Dickens cuando describían la miseria y marginalidad de los hombres, mujeres y, de forma más trágica, de los niños y niñas. Víctor Hugo y Charles Dickens retrataron aquella brutal realidad del capitalismo del siglo XIX. Denunciaron con su arte la ignominia reinante, en la que una ínfima minoría acumulaba y derrochaba riquezas, mientra la mayoría que las creaba vivía en la indigencia. Algo de eso está ocurriendo en la actualidad. El capitalismo del siglo XXI está acumulando riqueza para derrochar, dominando y expoliando a personas y países, convirtiendo la economía en un garito a su servicio, desde su ineptitud total para algo útil en beneficio de toda la sociedad, mientras la mayoría pierde derechos, se empobrece o se hunde en la miseria.
¿ Habrá algún cineasta español que se interese por ello, lo analice, lo retrate y lo ofrezca como motivo de reflexión y compromiso, o continuarán nuestros "creadores" con sus metáforas escapistas y costumbristas haciendo sainetes y dramas intimísimos para escarbar en el ser y la nada de cada cual ? ¿ Intentarán que el arte refleje la realidad, o continuarán haciendo de éste la coartada para la evasión ? Hablo especialmente de cine, por llegar masivamente a la gente, pero con mayor motivo puedo hablar del cine en televisión, en episodios o series que hablen de la historia y de la vida real y no de chascarrillos del corral de vecindonas y vecindones.
Algún posmoderno dirá que lo dicho en este escrito, o en otros con parecidas orientaciones, es el clásico dirigismo de los rojos en arte, arte que según ese criterio debe ser algo abstracto por encima del bien y del mal, sin ensuciarse en el lodazal de las miserias humanas. Yo opino todo lo contrario.
UNA PREGUNTA RECURRENTE.
¿ Por qué después de 10 años de guerra en Afganistán, utilizando la plataforma aliada de Pakistán, y de 9 de guerra y ocupación en Irak, se producen atentados tan brutales, día sí y otro también, en todos estos países ? ¿ Quién es el responsable, a quién beneficia el caos ? ¿ A quién le interesan los enfrentamientos étnicos y religiosos ?
Mi pregunta recurrente tiene sobradas respuestas desde hace mucho, aunque todavía hay mucha gente despistada o que se resiste a creer que la mentalidad humana puede llegar a ser tan cruel y criminal. Se resisten a creerlo porque prescinden de algo fundamental: los intereses de clase camuflados detrás de los enfrentamientos étnicos, religiosos y culturales. Saqueo de riquezas y dominio de territorios y pueblos es el ABC permanente del capitalismo. Los intereses de clase del sistema capitalista en cualquiera de sus versiones coyunturales: asistencial, liberal, conservadora o fascista, están detrás de los golpes de estado en América Latina, de la guerra de Vietnam con dos millones de muertos, de la desintegración de Yugoslavia y la creación del "estado" mafioso de Kosovo, de la guerra de Irak, de la de Libia, de la de Costa de Marfil y otras muchas del África, campo de materias primas para el capital. En todo lo expuesto, no se trata de la maldad humana individual, sino del egoísmo de clase. Una clase, que hasta ahora controla casi toda la riqueza y no está dispuesta a dejársela arrebatar. Sencillo y elemental.
Concluyendo, la violencia, las guerras y el dominio territorial, tienen un responsable objetivo: el capitalismo, cuyas industrias de paz y de guerra sirven a un mismo señor. Casi da lo mismo el personaje, o personajillo en muchos casos, que gobierne, ya que siempre tiene que rendir cuentas al amo. ¿ Esto debe ser así eternamente ? Pues no, ha habido momentos en la historia que los movimientos revolucionarios han cambiado muchas cosas, a pesar de que no han triunfado en la creación de un nuevo orden económico, social y político. Está claro que no están escritas las últimas páginas. No nos dé miedo a escribirlas aunque tengan muchas tachaduras y borrones, si al final se lee claramente que ha nacido una nueva realidad.
Tuvímos a Juan Antonio Bardem ( El puente, 7 días de enero, con el cual tuve la suerte de trabajar, pero no sabe usted lo difícil que fue cobrar para los actores)
ResponderEliminarhay muchos directores de cine como fernando león de Aranoa: "Los lunes al sol", Benito Zambrano..
y han estrenado la Chispa de la vida, de Alex de la Iglesia, que no se , puede que llegue.
Hay muy buenos creadores en España. Otra cosa es que se los sepa apreciar y valorar. Y subvencionar.