miércoles, 4 de enero de 2012

RESPUESTA A UN COMENTARISTA. EL CORRAL DE COMEDIAS DEL PSOE. SOBRE REVOLUCIONES.

BREVE NOTA AL SR. JUAN RAMÓN MARTÍN MENOYO, CONTABLE DE LA OFICINA ECONÓMICA Y COMERCIAL DE LA EMBAJADA DE ESPAÑA EN RIAD (ARABIA SAUDÍ).
Con un poco de retraso, que espero perdonará, le comunico que no voy a publicitar el artículo de Rebelión en el cual un personajillo bien conocido en diversos círculos del 15 M en Madrid, habla sobre Siria. Ni siquiera mencionaré al individuo, del cual ya conozco otros escritos, porque no le voy a hacer propaganda a alguien que no sé de dónde viene, ni quién le asesora o de qué vive. A usted le merece más confianza él y lo que dice que las informaciones de Russia Today, Telesur o Thierry Meissan. A mi, no. Cada cual con lo suyo.
Tampoco atenderé el consejo de informarme en Al Jazeera. Aunque uno y la otra disimulen con alguna que otra residual palabrería antiimperialista, es para mi tan notorio lo que defienden que ni siquiera gastaré tiempo en argumentar. Sólo una pequeñísima anécdota del personaje que me recomienda lea y publicite: una de sus seguidoras, menos lista y más brutal que él, dijo en una reunión sobre política internacional del 15 M, que ella también hubiese participado en la tortura y asesinato de Gadafi si hubiese estado allí. Y otra persona del mismo clan soltó que los libios estaban contentos y si el pueblo sirio pide la intervención de la OTAN, bienvenida sea. Sobran palabras. Otra para La Corte Penal Internacional a hacerle el juego a Luís Moreno Ocampo. Yo no participaría nunca ni en la tortura ni en el asesinato de mi peor enemigo político. Y evitaría si pudiese su tortura y asesinato si alguien lo intentase. Hay una gran diferencia entre la decencia de las causas nobles y justas y la indignidad de los aventureros y propagandistas del saqueo y de la guerra, aunque se disfracen de patriotas y defensores de los derechos humanos y la libertad. Atentamente.

EL CORRAL DE COMEDIAS DEL PSOE.
Hay que vivir para continuar asistiendo al vodevil político. El del PP está ya en el primer acto y ya tendremos ocasión de ver los siguientes, después del empacho de responsabilidad de Estado que les ha entrado con el turrón, conminando además al PSOE a que haga una oposición asimismo responsable, en nombre de España y los españoles, después de haber estado cuatro años arreando. viniera o no viniera a cuento. El vodevil del PSOE está estancado en la última página de su pasada aventura, intentando escribir una nueva obra. Es curioso, o no, ver las opiniones, posiciones, banderías, trincheras y puñaladas a media noche entre unos y unas, mezclados en contubernio y separados en listas diferentes, mirando al futuro y anunciando que alumbrarán algo nuevo. Y lo más original es que los que se presentan como algo nuevo son los hombres y las mujeres que tienen un largo, antiguo y reciente pasado de realización de políticas, que si tienen algo que ver con la izquierda, incluso con la socialdemócrata liberal, que venga dios, o Pablo Iglesias, y lo vean. Rubalcaba ya lo ha sido casi todo en el PSOE y en el gobierno, siendo máximo corresponsable de una política cuyos resultados concretos están a la vista. Debo reconocer que él y parte de los que le rodean al menos asumen algo de lo que han hecho, reconociendo con la boca pequeña que se han equivocado en algunas cosas importantes y viendo necesario un suave giro a la "izquierda". La autocritica es, naturalmente, superficial. Lo más grotesco de la situación viene de las y los que hasta hace poco eran el equipo más afín a Zapatero, elevadas y elevados por éste a cargos cuyas hechuras les venían en muchos casos anchísimas. Poniendo dos ejemplos de lo que más ha sonado estos últimos días, el de Carme Chacón, la sargenta de la OTAN, la de"capitán, mande firmes" y a bombardear Afganistán y Libia, luego vapuleada en las últimas elecciones, y el de Leire Pajín, que tuvo aquella sabia ocurrencia, que ni Chiquito de la Calzada, de que la coincidencia en el tiempo de Obama como Presidente de los EEUU y de Zapatero, ostentando la presidencia de la UE, "será un acontecimiento histórico para el planeta" y "supondrá una esperanza para muchos seres humanos". Vaya, el nacimiento de una nueva galaxia de bienestar, avance social y paz. Luego se acentuó la crisis del capital y la globalización y más guerras por parte del Nobel de la Paz y del insumiso pacifista que no se levantaba en público ante la bandera yanqui y se arrodillaba en privado ante el Pentágono, la OTAN, Obama y compinches.
Pues bien, esas dos mujeres, mimadas y elevadas por Zapatero al altar de la eficiencia política de la moda joven y paritaria, son muy desagradecidas con su hasta hace poco admirado y lisonjeado presidente y denuncian la política de la que son tan responsables como él. Asimismo, lo son los López Aguilar, o Francisco Caamaño, ex flamantes ministros de Justicia, amén de otros muchos y muchas, que también huyen del carro perdedor. Se confirma aquello de que las derrotas no tienen padrino y, lo que es mucho más grave, la miseria de la política cuando ésta se practica simplemente como un modus vivendi, sin ningún impulso moral. Muchas plataformas, primarias y retórica, sin nada nuevo detrás. Bienaventurados los que se crean el cuento.

SOBRE REVOLUCIONES, REVUELTAS, CONTRARREVOLUCIONES Y ENGAÑOS.
Antes, cuando se hablaba de revolución, era para defender un cambio social, unos, los revolucionarios, o para combatirlo, los otros, que además utilizaban, y utilizan, todos los medios, políticos y/o violentos para combatir y derrotar la revolución y el más mínimo cambio que ponga en peligro sus privilegios de clase y su poder. Hoy día se utiliza el concepto revolución para cualquier movimiento
por conservador o reaccionario que sea. El sistema capitalista dominante y todo su aparato de propaganda popularizan revoluciones de primavera, de otoño, de fin de semana, de semana santa, revoluciones de colores y hasta en blanco y negro. La mayoría de las revoluciones que pregona y defiende el sistema son simplemente contrarrevoluciones, unas para liquidar derechos con el pretexto de la libertad, que sólo es libertad de mercado para comprar, vender y trapichear todo lo que sea necesario, como las que se produjeron en Ucrania o Georgia, y otras para evitar que revueltas sociales, más o menos populares y espontáneas, se conviertan en revoluciones reales, cuales son los casos de Tunez y Egipto. El caso de Libia es un claro ejemplo de intervención colonialista de saqueo y dominio, no una revolución. Los energúmenos puestos por el imperio nunca revolucionan ni democratizan. En Irak fue exactamente igual, en Siria pretenden lo mismo, poner, como en Kosovo, al frente del país a los criminales, o cómplices amigos,muchos de ellos formados en la casa del imperio. Para no abusar del tiempo y del espacio, hablemos ahora de Revolución y empecemos por aclarar el lenguaje. Revolución es un cambio total y radical de cualquier cosa. La Revolución francesa fue un cambio total en relación a la sociedad aristocrática, una revolución burguesa; la soviética, de carácter socialista, lo mismo en relación a la aristocracia y a la burguesia rusas; la china, contra el múltiple dominio de su país por las potencias capitalistas, y por el socialismo; la vietnamita, contra los imperios francés primero, y norteamericano después, por la independencia y el socialismo; la cubana, contra la posesión del país por los yanquis, por la soberanía e independencia reales y por el socialismo. En todos los ejemplos citados hay una dirección revolucionaria. Podría hablar de procesos como el chileno, a diferencia de los otros intentado en exclusiva a través de las urnas, pero no creo necesario abundar en más ejemplos. Simplificando, hay revoluciones, revueltas, movimientos, en un sentido de cambio social radical, o de independencia y soberanía frente al opresor, y contrarrevoluciones para impedirlo. Y los procesos revolucionarios, no hay que olvidarlo nunca, no son lineales, son contradictorios y pueden fracasar historicamente como podemos comprobar en el pasado de las revoluciones y en la actualidad. Pero siempre dejan la huella de sus contenidos revolucionarios, huella que puede desaparecer con el tiempo, manipularse y deformarse, o mantenerse en la conciencia de la gente, si se continúa trabajando para la creación de conciencia y movimiento revolucionario, hasta que la continuación de la explotación y opresión fuerce un nuevo proceso. Quien tiene más claro lo que digo es el propio capitalismo, cuando afirma por boca de sus insignes representantes que la lucha de clases existe, o cuando arremete, persigue y prohibe la actividad comunista, después de haber enterrado varias veces el comunismo. Como estoy alargando mucho el escrito y todavía queda una parte importante de su desarrollo para descender a la realidad más concreta, sin propaganda, e intentando expresar las ideas generales para una acción continuada por el socialismo, hoy y en el mundo actual, no en uno imaginario, lo dejo aquí para continuar en breve. Creo que se debe huir de dos cosas, del practicismo posibilista y de la teorización abstracta sin referencia a la realidad. El practicismo posibilista suele conducir a la claudicación y aceptación del programa del adversario, y la teorización pura a un club de debate, o a la nada. Hasta pronto, continuamos, si os parece.

3 comentarios:

  1. Magnífico, de nuevo, y sí a todo lo dicho. Quedamos a la espera de la continuación.

    Un saludo,
    interino2

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  2. La izquierda está frente a un gran dilema en lo que a ''Primavera'' árabe se refiere. Si apoyas a la OTAN o a los rebeldes libios eres un imperialista antidemocrático, y si apoyas a Gadafi o a Al-Assad eres un dictador, también antidemocrático. Deberíamos limitarnos simplemente a apoyar al pueblo libio, al egipcio, al tunecino, al marroquí o al sirio, y desear que hagan una revolución sin injerencias extranjeras.

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  3. Una breve reflexión sobre el comentario de David.La palabra PUEBLO encierra muchos significados y se utiliza, por su carga emocional, de la manera más tramposa. Es necesario afinar y entender cuáles son los intereses y los objetivos de los distintos sectores que conforman ese PUEBLO, más aún cuando hablamos de REVUELTAS populares.
    Para ir recuperando el significado de las palabras robadas, no hablemos de revoluciones al referirnos a la "primavera árabe".

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