viernes, 6 de enero de 2012

REVOLUCIONES... (Continuación).SIRIA Y LIBIA. ONGs.

REVOLUCIONES, REVUELTAS, CONTRARREVOLUCIONES. (Continuación).
Antes de continuar el desarrollo de Revolución, tal como la entiendo en líneas generales en sus aspectos concretos, permítanme intentar definir y calificar lo que está ocurriendo actualmente en la economía y la política, (imposición de la política neoliberal más despiadada, sin una oposición general masiva y fuerte), como una "revolución" del miedo, siendo consciente de que el miedo no es revolucionario y que pertenece más a la categoría de contrarrevolución.
La revolución sólo puede entenderse de una manera: como forma para superar las miserias, las desigualdades, la explotación, la opresión, la violencia y la guerra, y facilitar una vida más digna, pacífica y solidaria para todos y todas, con carácter universal. Siendo conscientes, además, de que cada proceso revolucionario tiene su propia dinámica, no hay un cliché calcado, aunque los objetivos finales son fundamentalmente los mismos. Esto significa construir la igualdad total ante los derechos colectivos y la libertad real de cada persona, sin menoscabar o impedir la libertad de todos y todas. Mi concepto de igualdad y libertad tiene poco que ver con el de la burguesía y el capitalismo. Su igualdad es la que marca el dominio que imponen y su libertad se centra en la libertad económica, de mercado, en la que tiunfa el que posee la capacidad de comprar, vender, trapichear, especular a gran escala, y controla las armas y los medios de comunicación y propaganda para imponer el pensamiento único.
A diferencia de la sociedad capitalista de mercado, yo defiendo como un objetivo final e inalienable una democracia de participación organizada, orientada al socialismo. Pero esto sería un simple enunciado genérico y retórico, si no fuera acompañado de un mínimo desarrollo. En primer lugar, es imprescindible conocer las necesidades reales de la colectividad humana en cada ámbito para organizar la satisfacción de las mismas. Y esto sólo es posible con la planificación democrática de necesidades y posibilidades. El mercado, como ha sido en la historia, debe cumplir un elemental papel de distribución de productos y servicios, y nada más. Frente a los que combaten la planificación como elemento de burocracia, corrupción e ineptitud, con señalarles el caos financiero, económico, social y bélico que han armado esos últimos años, sin ir más lejos, deberían callarse para siempre. No lo harán porque les va en ello el control y dominio de las riquezas por la minoría que la detenta. Y como no callarán y continuarán actuando igual, será imprescindible que nuestra voz y ejemplo sean más fuertes y cargados de razón. Y junto a la razón los mecanismos materiales: presupuestos suficientes, derivados de un sistema de impuestos progresivo y justo y una banca pública al servicio de las necesidades de un desarrollo económico, social y ecológico al servicio de toda la sociedad.
Dicho esto, pasemos a lo más concreto, aunque pueda parecer que es lo que queremos todos si atendemos a las promesas o programas electorales que, una vez obtenido el gobierno, van a la papelera. Una vida digna con carácter universal debe tener imperativamente algunos elementos básicos: nacer con garantías de sobrevivir, ser cuidado en la niñez, no ser explotado ni vejado; educarse desde el principio con total igualdad, atendiendo a las facultades concretas de cada persona, sin limitar ni discriminar las posibilidades de nadie, en un sistema educativo universal, público, laico y gratuito; una educacion que elimine títulos artificiales, cada vez más caros para la gente popular, que sólo atiende las exigencias de un mercado que luego ni tan siquiera da un puesto de trabajo en función de los estudios; una educación que tenga un sentido colectivo democrático y sea escuela de un humanismo orientado a la igualdad, lo cual exige profesionales preparados científicamente y con vocación.
Otro gran elemento básico es la salud. También aquí, el sistema debe ser rigurosamente universal, público y gratuíto, con profesionales de vocación y preparados; debe potenciarse la corresponsabilidad entre sistema y sociedad, para evitar tratos discriminatorios y no respetuosos por parte de los profesionales y actitudes agresivas, derroches y abusos por parte de los usuarios.
Complementando lo anterior, la cultura debe tener mecanismos de expresión, realización y selección objetiva de capacidades, sensibilidades y talentos para que cualquier persona tenga acceso a ella, como ejercitante y receptor.
La vivienda es un bien imprescindible para organizar la vida con seguridad. Hablo de la vivienda como uso, no como bien de mercado ni como abuso para especular. La vivienda debe ser fundamentalmente de alquiler, un alquiler acorde con el salario o la renta que se percibe, y pública.
En los paises economicamente desarrollados, parte de lo expuesto se ha conquistado historicamente por la lucha reivindicativa de los trabajadores y trabajadoras y las clases populares. Se está retrocediendo aceleradamente en derechos laborales, económicos y sociales, que creíamos definitivos. En los paises empobrecidos, o llamados eufemisticamente en desarrollo, no los han tenido nunca. En un caso se deben reconquistar y en el otro conquistar. Y es una lucha colectiva, que debe combatir el enfrentamiento entre pueblos y trabajadores, marchando en un mismo sentido. En los paises economicamente desarrollados, se debe reestructurar totalmente el sistema consumista parasitario y consolidar y potenciar los derechos colectivos; en los paises empobrecidos, se debe acelerar la puesta en marcha de los derechos básicos. Entre una realidad y otra debe haber la búsqueda permanente de la complementariedad, combatiendo la competitividad que convierte a cada país en enemigo del otro.
Lo expuesto hasta aquí debe ir acompañado de la cultura de la paz y la convivencia. Sobran fábricas de armamento, que deben reconvertirse para usos pacíficos, enfocados al desarrollo económico y social de cada país, en especial de los países económica y socialmente más atrasados. Se debe cambiar el crecimiento bruto, basado en gran parte en el consumismo, por un índice de desarrollo social y humano que contribuya a la justa satisfacción de las necesidades de todos y todas y nos produzca más alegría. Lo demás es continuar con lo mismo: crisis permanentes que afectan a la mayoría y producen miseria, pobreza solemne, enfrentamientos y guerras.
Soy consciente de que esto que yo considero elementos imprescindibles para una sociedad democrática y socialista, a unos les parecerá burgués y secundario frente al resplandor del paraíso que construyen dos veces a la semana y, a otros, una utopía irrealizable, más bien una quimera. Pues bien, a unos y otros, atrévanse a intentarlo, ya tendremos tiempo de juzgarlo. Para mí, el socialismo es, en primer lugar, un puesto de trabajo, la comida necesaria en la mesa, el agua potable, la educación y la salud, la vivienda, la paz y la convivencia, en una sociedad organizada en la que todo el mundo tenga obligaciones y derechos. Todo realizado con el trabajo material e intelectual de todos los hombres y de todas las mujeres con la plena igualdad entre unos y otras. Como dice el himno que la derecha repudia como antigualla y porque algo la intranquiliza: "no hay deberes sin derechos, ningún derecho sin deber".

DE NUEVO SIRIA, Y LIBIA COMO REFERENTE.
Liquidada Libia, y en manos del imperio y sus mercenarios, desaparecido sin combate el movimiento por la paz y contra la guerra, los sindicatos y partidos, con poquísimas excepciones, y un 15 M desflecado, todos apoyando, por activa o por pasiva, el humanismo de la OTAN, continuará, si no hay un vuelco espectacular, la saga de las intervenciones como si tal cosa, ya que sale muy barato saquear y destruir pueblos, contando, además, con la voz cómplice de una llamada izquierda, que no ha hecho ningún escrito con notorias firmas contra la guerra imperial en curso, ni contra el despliegue de EEUU en el Pacífico. Una "izquierda" que es muy diligente en denunciar dictadores, exactamente igual a como lo hacen los que bombardean, suministran armas y dinero a grupos de toda ralea para que incendien el paisaje y luego poder intervenir para restablecer la paz y la armonía. Mientras tanto, los residuos de las guerras de destrucción masiva continúan sembrando el paisaje de Irak o Afganistan de cadáveres y empiezan con atentados en Damasco que matan a decenas de personas. Vaya contraofensiva de Santiago Alba Rico, de Patricia Rivas y de Mónica García Prieto para demostrar lo malo que fue Gadafi y su régimen y lo malo que es Assad y el suyo. Santiago Alba Rico y Patricia Rivas entrevistan largamente a un personaje, que se me antoja manipulador, siniestro y oscuro, llamado Reed Lindsay, al que ponen como ejemplo de periodista comprometido con la verdad y con la revolución primaveral. Mónica García Prieto, antigua corresponsal de El Mundo, ahora de "Periodismo Humano" y "Cuarto Poder", es el elemento auxiliar de los otros dos, y de algunos más, para contarnos todo lo que desde el primer día nos están contando la OTAN, EEUU, Arabia Saudí, Rasmussen, Obama, Sarkozi, Cameron, Zapatero, Jiménez, Chacón, Rajoy, Aznar, Aguirre....Y sin variar ni el contenido ni el estilo. Esa gente, y los políticos, intelectuales, artistas e insignes diputados que les apoyan, han adoptado ya para siempre el panfleto Al Jazeera de Qatar como referencia incuestionable de la verdad. Hasta un Santiago González Vallejo, del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe, se atreve a comparar Siria con el franquismo, u otro representante sirio, mercenario en la lejanía de su país, sin saberse exactamente qué hace y de qué vive, a Al Assad con Videla. Debo recordarles a los dos, y a los otros acompañantes, que los de la OTAN hicieron lo mismo con Libia desde el principio, comparando la realidad de este país con la de la IIª República española. Podrían ser algo más originales e inventarse un discurso que sonase a algo de izquierdas. He llegado a la conclusión de que mucha de esta gente no tiene conciencia, sino cinismo y desvergüenza. Si a esas alturas todavía no se han dado cuenta de que Libia y los crímenes de la OTAN ya no existen ni son noticia y que por donde pasan los EEUU, la OTAN y compinches, impera la destrucción, el odio, el enfrentamiento étnico-religioso y la violencia,
es que no les interesa conocer y divulgar la verdad en su totalidad. Nada mejor, pues, que hablar de dictaduras, sátrapas, derechos humanos, libertad y democracia. Patético el papel de los compañeros de viaje del neo colonialismo. Así ya no serán acusados de ser compañeros de viaje de los comunistas y ser tratados como tales. Y como la vida es dura, mejor arrimarse al sol que más calienta.

Nota. En la misma línea, retengan la información y el nombre de una componente de la charca directa de la guerra: Suzanne Nossel, Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional en Estados Unidos. Esta señora trabaja en el Departamento de Estado como asistente de Hillary Clinton y su papel fue clave para que la ONU aprobase la intervención contra Libia. Ha trabajado también con Human Rights Watch, una organización, como AI, financiada y orientada desde la sala de máquinas del poder económico y político de EEUU y socios, a los que alguna vez les sacan trapitos sucios que todo el mundo conoce, para disimular y hacer su verdadera labor de zapa. No me fío de la mayoría de ONGs, independientemente de la buena fe, trabajo, dedicación y sacrificio de muchos de sus miembros.

9 comentarios:

  1. (1/2)

    He leído con interés sus reflexiones sobre el Socialismo. No considero una quimera lo que usted describe. La historia ha demostrado que es posible mejorar enormemente la calidad de vida de las mayorías mediante la planificación económica y también que es posible alcanzar una economía planificada. De hecho, en la actualidad, se sigue demostrando en aquellos países que mantienen un sistema Socialista, a menos que consideremos que de haber abandonado el Socialismo estarían hoy mejor. Yo no creo eso, creo que manteniendo el Socialismo no sólo ellos están mejor de lo que pudieran estar sino que también terceros países están mejor al no ser objeto de su explotación. El Socialismo, si lo entendemos por esa planificación económica que no busca el beneficio sino la satisfacción de las necesidades de las mayorías, elimina de raíz dos de los problemas que usted menciona, el consumismo y la guerra de rapiña -no, por desgracia, la guerra defensiva. De todos modos, no creo que nadie pueda mostrarse en desacuerdo con los objetivos que usted propone como parte fundamental del Socialismo, el desacuerdo puede venir, en todo caso, en relación al modo y al contexto en que dichos objetivos pueden producirse. Le pongo el ejemplo de lo que entiendo hemos vivido en España: en los pasados años de boom económico muchos trabajadores tenían empleo y vieron cómo su capacidad de consumo aumentaba. Esa capacidad de consumo suele asociarse al bienestar (más y mejor comida, productos no estrictamente necesarios, mejores servicios públicos y también privados, etc.). No entro, evidentemente, en el hecho de que había un altísimo porcentaje de mileurismo y submileurismo, hecho señalado en más de una ocasión por economistas como Vincenç Navarro, por lo que el bienestar era muy relativo o simplemente escaso o inexistente para muchos. Comparativamente, no obstante, supongo que cualquiera puede considerar aquella situación mejor que la actual. Independientemente de la fragilidad económica en la que se sustentaba su bienestar (la construcción), ¿hasta qué punto la “mejora” de nuestra economía no dependía de la explotación de otros países -recursos baratos, gestión usurera de servicios esenciales por parte de nuestras multinacionales (América Latina) o de multinacionales foráneas que “invertían” en nuestro país, etc.? En definitiva, se produjo un aumento del bienestar que quizá pueda incluso volver a producirse, la cuestión es a costa de qué o de quiénes. En mi opinión, ese relativo bienestar nuestro afectaba negativamente a otros y eso ocurría porque se confiaba a medios que no estaban bajo control de la población.

    (continúa)

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  2. (2/2)
    Claramente la población dependía de “otros” (empresarios, propietarios de la tierra, inversores, etc.) para poder conseguir un trabajo (por cuenta propia como autónomo o mediante una pequeña empresa o por cuenta ajena) y, por tanto, poder participar en mayor o menor medida de ese bienestar: ni los medios de producción ni el proyecto económico eran de los trabajadores sino de otros de los cuales los trabajadores dependían. Yo creo que ahí está el problema, en que mientras no se cuestione la propiedad de los medios de producción (energía, tierra, etc.), a lo más que podremos aspirar es a mejorar nuestro nivel de vida a costa de terceros países, si es que incluso eso vuelve a conseguirse, cosa que tampoco parece muy clara, desde luego en el corto y medio plazo. Menciona usted, por ejemplo, los impuestos progresivos. Estoy de acuerdo, desde luego como un primer paso, pero esos mayores ingresos, por ejemplo de la banca o de las empresas telefónicas o de las empresas de la energía que pudieran ser gravados, ¿de dónde provienen? ¿no provienen acaso en buena medida de la explotación directa o indirecta de otros pueblos? No sé si plantear la propiedad pública de los medios de producción puede parecerle un objetivo maximalista -en que es un objetivo difícil sí estoy de acuerdo- pero es que no veo otro modo de combinar ese bienestar que usted menciona de los ciudadanos de este país con la no agresión/explotación a otros países en la que sustentar nuestro propio bienestar.

    En relación a la segunda parte de su artículo, totalmente de acuerdo, aunque pongo en cuestión también la participación en las ONGs, no sólo a sus promotores o directivos. En mi opinión la política de poner parches sólo adormece (o apacigua) las conciencias de las personas y desvía la atención del problema principal: la guerra económica contra los pueblos, el propio (e.g. Cáritas, como su propio nombre indica) y los ajenos.

    Un saludo,
    interino2

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  3. Personajes como Santiago Alba Rico han quedado totalmente desacreditados por su apoyo al imperisalismo y a la barbarie acometida en Libia,
    Por aportar mi humilde opinión y como escuché a Anguita en su última charla, una economía y una politica socialista real tambien tiene que ser acorde y respetuosa con las posibilidades de la biosfera, osea, a mi entender, ha de ser sostenible y solidario con el resto del planeta, de nada serviria un socialismo insostenible gran consumidor de recursos que condene a la miseria a buena parte de la población mundial o a la lucha por los recursos escasos como está ocurriendo hoy en día con el capitalismo imperante que nos puede llevar a la III guerra mundial en este caso termonuclear (leer última reflexión de Fidel Castro). Un socialismo real y democratico debe democratizar el acceso a los medios de producción y por supuesto a la tierra, como se decía antiguamente, la tierra pa el que la trabaja. Debe promover una alimentación sana, con alimentos sanos producidos de forma natural y en la medida de lo posible a escala local para, por una parte atender al criterio de seguridad alimentaria de los pueblos y en segundo, atender a una mayor sostenibilidad del sistema alimentario. Una sociedad socialista y humanista, de nuevo a mi entender debe promover ademas de cubrir las necesidades basicas materiales del ser humano, cubrir tambien la necesidades basicas espirituales y esto requiere tambien promover un medioambiente sano y bello y unas relaciones humanas de cooperación mutua,

    un cordial saludo

    ErnestoM

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  4. Este Lindsay era (espero que no lo siga siendo) corresponsal de Telesur. Lo mandaran a Libia en esas primeras semanas de "revolución primaveral". Recuerdo un vomitivo reportaje suyo entrevistando a mujeres que preparaban la comida para sus maridos y hermanos, combatientes contra la "dictadura" de Gadafi. El tono que empleaba como narrador dejaba bien claras donde estaban sus simpatías (que poco tenían que ver con la línea editorial de Telesur). Así que la conclusión que saqué ese día fue que a Telesur le habían metido un golazo por la escuadra con el fichaje de ese "corresponsal de guerra". Por suerte no apareció mucho más en las pantallas.

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  5. Desde luego las ONG, están cayendo en cascada como las palmeras de los fuegos artificiales tan cotidianos en esta Valencia donde se ha visto la solidez de las susodichas.
    Me quedo con el nombre de la señora Suzanne Nossel de Amnesty International.
    En el punto del PSOE y acólitos, coincido con usted.
    Y lo que más pupa hace es ver como las primaveras árabes están siendo sepultadas por el islamismo más radical y esa OTAN que todo lo pudre allá donde entra.
    Otro punto que quizás, no venga al caso en este post, es lo del 15M .Se presenta en las elecciones andaluzas. A mí, me ha sentado como un tiro que no se haya unido a IU.Creo que se han precipitado.Me hubiera gustado que ese movimiento social estuviera más ligado a la izquierda plural.
    Un saludo

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  6. El artículo no me gusta pero ilustra la cuestión de las ONGs:
    http://www.telesurtv.net/secciones/contexto/102348-NN/reminiscencias-del-sismo-del-12-de-enero-de-2010/

    Haití, el país con mayor concentración de ONGs del mundo, donde sigue habiendo unos pocos ricos y una mayoría pobre, donde se dio un golpe de estado (¿por y con el apoyo de quién?), donde también hay recursos naturales y donde las ONGs no podrán acabar jamás con la miseria y la injusticia que sufren sus habitantes. Eso sí, en países como el nuestro los ciudadanos podrán descansar tranquilos por haber aportado X euros después del terremoto para que se gasten no se sabe muy bien cómo ni con qué efectividad (parece que poca). Los médicos cubanos ni llegaron con el terremoto ni pertenecen a una ONG, sino a un país Socialista, cosa distinta.

    Un saludo,
    interino2

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  7. Compañero, se agradecería que además de casos bochornosos de ONGs proimperialistas, dedicara alguna de sus entradas en este blog a comentar alguna actuación honesta de ONGs en el Estado español, muy especialmente las de aquellas que denuncian las violaciones de los derechos humanos en los CIEs y que han ayudado a que este tema vuelva a primera línea de la agenda política, de donde nunca debió salir, con mociones en Ayuntamientos pidiendo su cierre.

    Un saludo

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  8. Para Basilio. De acuerdo con lo que planteas, aunque me es difícil, por no decir imposible, hacer el seguimiento de todo lo que acontece y el papel de las ONGs totalmente honestas. Normalmente no hablo de ellas ya que es un mundo complejo y cuando hago alguna crítica es porque lo que denuncio es de dominio público. Para mejorar, publicaré todo lo que me envíen, valorando el trabajo constatado y concreto de tal o cual ONG. Tal como hago con tu comentario.
    Saludos.

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  9. A Basilio: después de leer su comentario y el del Sr. Frutos me he preguntado si, realmente, debería tener yo en otra consideración a las ONGs o, al menos, a algunas de éstas. Pensando que quizá pudiese usted estar vinculado a alguna de ellas, me he tomado la libertad de picar en su nombre de usuario y, a partir de ahí, he llegado a su blog y, ya ahí, he visto que tiene usted un enlace a “Granada Acoge”. Supongo que se siente identificado con esta organización o colabora con ella. Sin poner en duda en lo más mínimo las buenas intenciones de sus organizadores y colaboradores, hay algo que me llama la atención y me resulta contradictorio en relación a la organización y sus fines, y es el hecho de que está subvencionada por una serie de organismos (o proyectos) públicos andaluces, españoles o europeos, como muestran los logos contenidos en su página principal ( http://www.granadaacoge.org/index.htm ). Aclaro que si me refiero a esta organización en concreto es sólo como ejemplo de lo que creo un problema en el propio concepto de lo que es una ONG, un problema, por tanto, que creo que comparten todas, -incluso las absolutamente bienintencionadas como entiendo es ésta y no las que actúan manifiestamente a favor de intereses espúreos. A lo que me refiero: ¿no observa usted ninguna contradicción en el hecho de que la UE, que lleva a cabo políticas imperialistas -y también España, de forma activa y no sólo colateral-, en lo económico y en lo militar, sobre los países de los que proceden esos inmigrantes a los que ayuda Granada Acoge, y que siendo estas políticas la causa principal de que dichos inmigrantes estén en nuestro país o en otros de la UE, sea precisamente la UE (etc.) la que financie o ayude a financiar a organizaciones como Granada Acoge para ayudar a la integración de estos inmigrantes en nuestro país? A mí me parece muy extraño, la verdad, y estoy convencido además de que estos inmigrantes preferirían sin duda poder desarrollar su vida en sus países junto a sus familias sin tener que integrarse en ningún otro -muy probablemente para ser explotados, además-, pero para eso tendríamos nosotros que concentrar nuestras energías en desarrollar aquí políticas no agresivas -ni económica ni militarmente- contra otros pueblos. En definitiva, lo que pretendo decir es que incluso las ONGs mejor intencionadas colaboran, en una u otra medida, con el propio sistema que es causa de los problemas que dichas ONGs pretenden combatir (o suavizar) y son colaboradoras porque su objetivo no suele ser coordinar o ayudar a organizar a los que sufren el expolio de sus países para que puedan estar en situación de combatir dicho expolio sino, en el mejor de los casos, desarrollar medidas paliativas, difundiendo además el mensaje de que las políticas paliativas son positivas en sí mismas. Añado que creo que es muy negativo que formaciones de izquierdas, no digo ya comunistas, amparen o fomenten la política “oenegetista”, como si este tipo de organizaciones pudiese aportar alguna solución real a los problemas, y no considerarlas elementos que desvían la atención y las energías de las causas de los problemas y de sus soluciones.

    Dejo enlace a una reciente entrada de Dizdira sobre las ONGs: http://dizdira.blogspot.com/2012/01/hacefaltacaraduraorg.html que reflexiona sobre algunos de los aspectos más negativos de este mundo. Evidentemente es un mundo amplio, como indica el Sr. Frutos, y también son numerosas las motivaciones que llevan a las personas a colaborar con estas organizaciones, por lo que los problemas que señala Dizdira no tienen por qué ser aplicables a todas las organizaciones o a todos los colaboradores. En cualquier caso, el problema básico de concepto señalado antes, en mi opinión, sí que es común a las ONGs en general.

    Un saludo,
    interino2

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