Hoy, 24 de enero, he leído en Kaos en la Red y Público que la ciudad libia de Beni Walid había sido tomada en un enfrentamiento armado por fuerzas contrarias al actual poder, puesto por la OTAN en el país. Kaos titula la información " los gadafistas toman la ciudad libia de Beni Walid" y desarrolla en el artículo una posición favorable a los partidarios del asesinado Gadafi. Público titula el artículo "Un grupo gadafista toma en Libia un antiguo bastión del dictador", no pudiendo prescindir ni siquiera ahora, después de haber contribuido desde sus páginas a los asesinatos masivos y a la destrucción de la OTAN, del lenguaje de soez descalificación de Gadafi y del gobierno libio.
Supongo que será verdad la toma de Beni Walid por fuerzas libias patrióticas, no mercenarias, y desearía que ese hecho reflejara que el pueblo libio no está de acuerdo con sus verdugos y se opone a su dominio. No sé tampoco si representa un hecho puntual o un proceso, ni lo que durará. Pero no es esto lo que quiero resaltar, sino que, independientemente de lo que suceda en el futuro, la intervención del fascismo internacional representado por la OTAN sólo lleva a los países muerte, destrucción, saqueo, odio, la continuación de los enfrentamientos y la guerra y la liquidación de la política como instrumento para la relación entre pueblos y personas. El imperialismo nunca contribuye a llevar paz, diálogo y entendimiento entre los pueblos cuando hay intereses por en medio y quieren dominar un territorio para quedarse con sus riquezas. Es la historia sin fisuras del imperialismo como fase superior del capitalismo. Perdónenme los modernos por utilizar este lenguaje tan antiguo.
Todo lo dicho en los parrafos anteriores se pone de relieve en Irak, para no ir más lejos. Con las más repugnantes mentiras como pretexto mataron a miles, destruyeron un país y consiguieron enfrentar a todos contra todos. Retiran a soldados oficiales y dejan a las empresas privadas con asesinos mercenarios para continuar el dominio y el robo de la riqueza. En todas partes donde intervienen, lo mismo. Por eso veo en la reconquista patriótica de una ciudad en Libia, además de la voluntad y coraje de un pueblo, el drama que está viviendo y continuará viviendo por mucho tiempo ese pueblo. Y ninguna institución política o jurídica nacional o internacional exige responsabilidades a los y las criminales. Pueden dormir tranquilos los Obama, Sarkozi, Ban Ki-moon, Cameron, Clinton.... También esa personajilla de baja estofa que se presenta para dirigir el PSOE, o su contrincante, igual de responsable que ella en la complicidad para matar. Si alguien se los cree es que la enajenación ante la mentira está entrando en los territorios de la simple y culpable aceptación de la miseria moral y política como guía para la actividad colectiva.
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