--Nuestro español bosteza.
¿Es hambre?¿sueño?¿hastío?
Doctor, ¿tendrá el estomago vacío?
--El vacío es más bien en la cabeza.
(Viene a cuento, a propósito de una conversación en el mercado).
RAJOY EN BARCELONA CON LOS EMPRESARIOS. UN OBRERO COMPRANDO ALGO DE FRUTA EN MADRID.
Esta mañana Rajoy en Barcelona desgranaba ante los empresarios las excelencias de su etapa de gobierno, en la que el PP ha sacado al país de su crisis más terrible, sin venderse al extranjero ni pedir rescate y se vanagloriaba de que España es el país con más crecimiento económico de Europa y donde más empleo se crea, con una clara y contundente reivindicación de su politica y de todas las reformas que ha hecho el gobierno, en especial la reforma laboral. Ni una sola palabra de su corrupción, ni de la de CDC, (PDECat ahora), su socio de antaño, gesto que podía hacer como cortesía por estar en su casa. Según Rajoy todo funciona, aunque él y sus subalternos no paran de subir a las tribunas a defender la honestidad y buen hacer de los diversos dirigentes y gobernantes del PP, como ahora con el presidente de Murcia Pedro Antonio Sánchez, un poco antes de que muchos de ellos vayan a la cárcel por diversos tipos de corrupción. Aclaro, para que no haya dudas, que a mi entender la corrupción no es sólo actuar al margen de las leyes, sino también utilizando y abusando de las leyes que permiten que una minoría se haga multimillonaria especulando, en una etapa en que se reducen salarios, servicios sociales y se precariza el empleo. Según se desprende de la encíclica mañanera de Rajoy, esta realidad no existe y los trabajadores pueden estar contentos, a pesar de que todavía queden flecos para solucionar.
Y llegando a este punto, recupero la parte del título de este artículo que habla de un obrero comprando fruta en un mercado. Un hombre de unos 60 años o más, le contaba al verdulero que le atendía que venía de descargar un trailer de patatas en el mercado central y que le habían pagado 10 euros por su trabajo, con un cheque que tenían que cobrar en el banco al día siguiente. O sea que por 10 euros tienen que ir al banco, que además les cobrará su comisión. Extrañados, el verdulero y yo mismo, le dijimos que esto era un robo. Nos contestó que si no lo hacía él y otros había una larga cola que esperaban para ser contratados, muchos de ellos extranjeros que estaban dispuestos a hacerlo por menos. No me pude contener y le dije que debían protestar todos juntos, en el mismo mercado y en la calle ya que en esta situación se encuentra mucha gente que debe unirse y no permitir tanto atropello. Replicó que los sindicatos están vendidos y no les defienden. Argumenté que yo no discutía sus críticas y razones frente a los sindicatos, pero que cuando estos convocan a manifestarse en la calle debían acudir masivamente y, además de defender sus reivindicaciones de la forma más amplia, unida y visible, criticarles en directo.
Alguna reflexión para este hombre y para todos y todas los que se encuentran en parecida situación. No considerar al extranjero el ladrón que les impide tener un salario más justo; con el obrero, español o extranjero, no hay otro camino que buscar la unidad y defender conjuntamente un salario justo y unas condiciones laborales y sociales decentes. Los ladrones son los empresarios que contratan por "salarios" de hambre, aprovechando la falta de unidad obrera, una actitud pasiva de los sindicatos y utilizando las leyes laborales que se han aprobado, precarizando más y más las condiciones de trabajo y anulando los pocos derechos que tanto había costado al movimiento obrero conquistar.
Sepan, y tengan en cuenta, que las reformas que han impuesto y defienden Rajoy, su gobierno y el PP, en especial la reforma laboral sobre la cual echaba flores el Presidente del gobierno ante los empresarios de Barcelona, que todavía le piden más, son las responsables de que un empresario se atreva a pagar 10 euros, a cobrar al día siguiente por banco. La conclusión política es que además de protestar unitariamente en los mercados, en los lugares de trabajo donde sea posible y en la calle, es imprescindible echar al PP del gobierno. Sabemos que el PSOE también ha cometido barbaridades sociales pero ahora el problema central es echar al PP y abrir una perspectiva que permita cambiar las leyes más reaccionarias y anti obreras y con ellas las costumbres de salvajismo laboral y social de los empresarios. Pero no será posible avanzar si los argumentos de pasividad de este obrero de 10 euros predominan de forma permanente sobre las simples razones de entender que no se puede tolerar por más tiempo el robo. Y que ello significa que los trabajadores se unan, acuerden la defensa de lo justo por un trabajo, se movilicen y no se dejen dividir por tener unos más necesidades que otros, o por ser extranjeros.
Continúa vigente el "TRABAJADORES DEL MUNDO, UNÍOS".
ÚLTIMAS IMÁGENES DE ANTONIO MACHADO ANTES DEL EXILIO Y MUERTE.
RAJOY CON LOS EMPRESARIOS EN BARCELONA.
PROTESTA DE LOS ESTIBADORES CONTRA EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO.
RAJOY CON EL PRESIDENTE DE MURCIA PEDRO ANTONIO SÁNCHEZ.
Y llegando a este punto, recupero la parte del título de este artículo que habla de un obrero comprando fruta en un mercado. Un hombre de unos 60 años o más, le contaba al verdulero que le atendía que venía de descargar un trailer de patatas en el mercado central y que le habían pagado 10 euros por su trabajo, con un cheque que tenían que cobrar en el banco al día siguiente. O sea que por 10 euros tienen que ir al banco, que además les cobrará su comisión. Extrañados, el verdulero y yo mismo, le dijimos que esto era un robo. Nos contestó que si no lo hacía él y otros había una larga cola que esperaban para ser contratados, muchos de ellos extranjeros que estaban dispuestos a hacerlo por menos. No me pude contener y le dije que debían protestar todos juntos, en el mismo mercado y en la calle ya que en esta situación se encuentra mucha gente que debe unirse y no permitir tanto atropello. Replicó que los sindicatos están vendidos y no les defienden. Argumenté que yo no discutía sus críticas y razones frente a los sindicatos, pero que cuando estos convocan a manifestarse en la calle debían acudir masivamente y, además de defender sus reivindicaciones de la forma más amplia, unida y visible, criticarles en directo.
Alguna reflexión para este hombre y para todos y todas los que se encuentran en parecida situación. No considerar al extranjero el ladrón que les impide tener un salario más justo; con el obrero, español o extranjero, no hay otro camino que buscar la unidad y defender conjuntamente un salario justo y unas condiciones laborales y sociales decentes. Los ladrones son los empresarios que contratan por "salarios" de hambre, aprovechando la falta de unidad obrera, una actitud pasiva de los sindicatos y utilizando las leyes laborales que se han aprobado, precarizando más y más las condiciones de trabajo y anulando los pocos derechos que tanto había costado al movimiento obrero conquistar.
Sepan, y tengan en cuenta, que las reformas que han impuesto y defienden Rajoy, su gobierno y el PP, en especial la reforma laboral sobre la cual echaba flores el Presidente del gobierno ante los empresarios de Barcelona, que todavía le piden más, son las responsables de que un empresario se atreva a pagar 10 euros, a cobrar al día siguiente por banco. La conclusión política es que además de protestar unitariamente en los mercados, en los lugares de trabajo donde sea posible y en la calle, es imprescindible echar al PP del gobierno. Sabemos que el PSOE también ha cometido barbaridades sociales pero ahora el problema central es echar al PP y abrir una perspectiva que permita cambiar las leyes más reaccionarias y anti obreras y con ellas las costumbres de salvajismo laboral y social de los empresarios. Pero no será posible avanzar si los argumentos de pasividad de este obrero de 10 euros predominan de forma permanente sobre las simples razones de entender que no se puede tolerar por más tiempo el robo. Y que ello significa que los trabajadores se unan, acuerden la defensa de lo justo por un trabajo, se movilicen y no se dejen dividir por tener unos más necesidades que otros, o por ser extranjeros.
Continúa vigente el "TRABAJADORES DEL MUNDO, UNÍOS".
Se atreven a eso y a más. Precisamente ayer, hablando con una amiga que tiene un problema, le comenté lo mismo que dices, que la culpa es nuestra por permitir lo que permitimos. A esta mujer le pedían estar disponible las veinticuatro horas del día, todos los días de la semana, incluidos, por supuesto, sábados y domingos. Las 24 horas, ya que podían llamarla en cualquier momento del día y de la noche......Y todo bajo la bandera de "somos empresarios modernos" ¿? Genial tu artículo, ¡enhorabuena!
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