LA CONSTITUCIÓN.
Ayer volvió a celebrarse el aniversario de la aprobación de la Constitución con la misma rutina con la que hace años se celebra. La ausencia de los nacionalistas es para mí una anécdota sin importancia. Lo importante es que es una rutina protocolaria sobre un contenido constitucional que, en partes fundamentales, ha sido enterrado y quieren que sea una retórica a olvidar. El problema de fondo en el debate o en la controversia sobre la Constitución, es su aplicación o no a la vida real de las personas. Ahora, dícese que ese texto es una norma genérica, de grandes líneas, para facilitar su aplicación a quien gobierna con absoluta flexibilidad y discrecionalidad, según la ideología o el programa del gobernante. Para estas tesis, impuestas por la inercia del poder, el cumplimiento de la Constitución es algo formal y aséptico, una especie de guía compadreo democrático por encima de intereses contradictorios. El que se crea o diga esto, o es un ingenuo empedernido, o un embustero que defiende sus intereses. La aplicación de la Constitución va estrechamente vinculado a la lucha de clases.
Veamos algunas cosas que contiene la Constitución y pensemos si se cumplen o si son contenidos genéricos que sirven de guía a los buenos deseos, o de coartada a los intereses de clase:
a.- ¿Es el trabajo, tenerlo o no, y su calidad, algo genérico?
b.- ¿La educación, la sanidad y el conjunto de derechos sociales y servicios públicos básicos pueden privatizarse parcial o totalmente en beneficio del capital privado?
c.- ¿El derecho a una vivienda en condiciones y con un alquiler asequible, es una necesidad vital o una formalidad?
d.- ¿La paz o la guerra, y la participación de España en todas las últimas, es una cuestión formal de libre interpretación, incluso contra la opinión mayoritaria, o algo esencial en el funcionamiento democrático y constructivo del mundo, tal como orientaba el artículo 6 de la Constitución de la IIª República Española?
Valgan estos cuatro ejemplos para situar la crítica al texto constitucional actual. La Constitución de 1978 ha sido tan vulnerada e incumplida que es un texto muerto. Los que ahora son los más acérrimos defensores de ella y no quieren ni la más mínima reforma, salvo alguna que reafirma el poder del capital, como la aprobada conjuntamente PP, PSOE, CIU....,el año pasado para poner el déficit por encima de derechos básicos, son los que estaban en contra de la misma cuando se aprobó. Los que estuvimos a favor, con diferencias, proponemos ahora su reforma, abriendo un nuevo proceso constituyente de carácter federal y republicano. Los nacionalistas que votaron sí entonces, ahora quieren su propia Constitución independiente, porque dicen tener una identidad por encima del tiempo, porque España les roba y porque, ya se sabe, "contra la crisis, independencia".
Para mí está claro, la Constitución actual debe reformarse y "concretarse". Sin avanzar nada más por hoy, debe contener cláusulas concretas sobre las cosas básicas, algunas las he mencionado antes, y las normas imperativas y sancionadoras en caso de flagrante incumplimiento. Lo que ha ocurrido hasta hoy en privatizaciones, recortes e incumplimientos de toda la parte social de la Constitución no se puede tolerar como si fuera algo inherente a la democracia. Es un fraude democrático. Por eso, ayer, la celebración fue algo rutinario y formal de una clase política desprestigiada y alejada de la realidad del país. Hizo bien Cayo Lara en dejar el mensaje y no mezclarse en un revoltijo de saludos y palabras vacías.
MADRID ARENA.
Sería para carcajearse, si no fuera por la gravedad del hecho. El propietario de la empresa Diviertt, Miguel Angel Flores, empresa y propietario responsables directos de la muerte de 5 personas y de un hecho que podía haber sido todavía más trágico, denuncian y se querellan contra el ayuntamiento de Madrid por alquilar una sala con deficiencias. Yo no voy a restarle importancia a la responsabilidad del ayuntamiento y a personas y servicios de éste, encargados de velar por el funcionamiento de los espacios municipales, pero encuentro de una desvergüenza criminal querer lavarse las manos de lo que sucedió en Madrid Arena cuando metieron en esta sala el doble de su máximo aforo, sin ningún control, para multiplicar sus ganancias. Miguel Angel Flores es el tipo de personaje más representativo del capitalismo salvaje, que no tiene ningún escrúpulo en vulnerar todas las leyes, aunque esta vulneración pueda ser mortal, con tal de ganar un dinero tan sucio como lo que representa Miguel Angel Flores y Diviertt. Por lo cual no participo de esta ceremonia de enfrentamiento partidista en busca de cuatro votos, o de ocho, que deja en un segundo plano a los directos responsables de la tragedia. Pasa demasiado a menudo que los directos representantes orgánicos del capital pasan a segundo plano y se cargan todas las responsabilidades de lo ocurrido a las instituciones, una forma de desviar la atención del centro del problema a la periferia política, por importante que sea ésta.
14 AÑOS EN LAS CÁRCELES DE EEUU POR LUCHAR CONTRA EL TERRORISMO QUE ESTOS PROTEGEN E IMPULSAN, ES UNA INDECENCIA MORAL, HUMANA Y POLÍTICA DE LA QUE OBAMA PARTICIPA.
Me salgo - aparentemente - del contenido de su entrada: aunque hace un tiempo que había leído la entrevista a Serguei Kara-Murza (El viejo Topo, julio 2007) no recordaba cómo finalizaba la entrevista. He vuelto a releerla, más consciente también yo del sorprendente antisovietismo de la izquierda europea, también la española -lo cual lo dice casi todo. Le cito:
ResponderEliminar"(…) la derrota de la Unión Soviética ha sido la derrota de un gran proyecto, es la derrota de la izquierda universal. No hemos podido llevar esta carga y caímos. La izquierda no encontrará otra inspiración ni otro discurso hasta que reflexione profundamente sobre lo que ha pasado en la Unión Soviética y sobre por qué esta misma izquierda recibe la catástrofe soviética casi con aplausos. Este ha sido un gran error existencial de la izquierda europea."
Una observación absoluta que conviene tener presente, impecable por condensar en tan pocas palabras lo que hay o, más bien, lo que no hay.
Un saludo.