Blog de Francisco Frutos

(2ª parte de tres breves crónicas.)

2ª.-ALGUNOS ELEMENTOS DE LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA ESPAÑOLA A TRAVÉS DE LOS CUALES SE EXTRAEN LOS CAMBIOS PRODUCIDOS EN LA CLASE TRABAJADORA.

Tabla 1 – Estructura de la producción en la economía española (Datos en porcentaje)

	Agricultura y pesca	Industria energía	Construcción	Servicios
1970	11,0%	34,0%	8,8%	46,2%
1980	7,0%	28,6%	7,9%	56,5%
1990	5,5%	25,1%	8,8%	60,6%
2000	4,1%	20,6%	10,1%	65,2%
2005	3,0%	18,8%	11,6%	66,6%
2010	2,6%	17,2%	8,8%	71,4%
2012	2,5%	17,2%	6,3%	74,0%
2013	2,8%	17,1%	5,6%	74,5%
2014	2,5%	17,1%	5,4%	75,0%
2015	2,5%	17,1%	5,5%	74,9%

Fuente: INE (2016)

Según este gráfico del INE, los cambios en la estructura productiva de la economía española, han representado asimismo, aunque no sea paralelo, cambios técnicos importantes en la composición de la clase trabajadora en pocas décadas. La estructura productiva ha pasado en 46 años del 11% al 2,5% en Agricultura y Pesca; del 34% en Industria y Energía al 17,1; del 46% al 74,9 en servicios; y mantiene un porcentaje entre el 10% y el 5,5% en Construcción.

La cuestión que intento plantear es, ¿cómo se ha adecuado el trabajo organizativo y de unidad social del sindicalismo que ha sido considerado históricamente de clase a esos cambios? ?y el trabajo de las organizaciones políticas de la izquierda? ¿cómo se ha planteado y se plantea la organización y coordinación de los/as trabajadores/as, teniendo en cuenta que el clásico fordismo que concentró a miles de trabajadores en un espacio productivo concreto, lo que permitía un contacto entre los trabajadores cara a la unificación de sus reivindicaciones salariales y laborales, ha visto drásticamente reducido el número de efectivos en la cadena? Esta reduccíón a la mitad de la estructura productiva de la Industria y la Energía, en automoción, bienes de equipo, textil.., ha ido acompañada de la reducción de personal de la cadena, lo que ha significado la pérdida de millones de puestos de trabajo en el sector secundario. Los que se han perdido en Industria y Energía y en Agricultura y Pesca han ido a engrosar en gran parte el sector de servicios que ha aumentado en más del 60% el porcentaje en la estructura productiva, con el consiguiente aumento de masa laboral asalariada. Sin dominar el asunto, ya que llevo décadas alejado de un trabajo de organización sindical de los trabajadores, y con grandes errores y deficiencias en el trabajo político del partido hacia el movimiento obrero, de lo cual me siento corresponsable, llego a la conclusión que el sindicalismo de clase y la izquierda que ha fundamentado su existencia en el movimiento obrero, hemos ido quedando desfasados en la comprensión de los fenómenos de cambios estructurales que afectaban a la estructura productiva y al conjunto de los trabajadores asalariados. Desfasados significa la progresiva pérdida de contacto entre las estructuras organizativas sindicales y políticas y, por consiguiente, la pérdida de un conocimiento y dominio de la realidad. Estaría bien que otros con más conocimientos que yo, profundizaran en los aspectos señalados, si no lo están haciendo ya, aunque de hacerlo no creo que sea muy conocido. Es necesario dominar a fondo la realidad de un proceso para poder defender un programa económico, social y político de cambio por parte de los que deberían ser los principales protagonistas, sin cuya participación organizada no puede haber otra cosa que mejoras superficiales, a perder en la primera ocasión de receso, cuando no drásticos recortes como está sucediendo ahora.

Además de todo lo dicho, y relacionado con la última frase del párrafo anterior, y aunque se conozcan los cambios que se han producido en la estructura productiva y en la composición y diversificación de los trabajadores/as, si no hay voluntad de producir un cambio social y no se adecua la organización y participación, empezando por la actividad de los cargos electos y la recuperación de las casi perdidas asambleas de delegados, para que sistematicamente haya intercambio de experiencias y debate entre las estructuras sindicales de dirección y la base, difícilmente se saldrá de lo que, a mi entender, ha sido una progresiva burocratización objetiva del trabajo sindical, algo que afecta también, aunque de forma distinta, al trabajo político de los comunistas en el movimiento obrero. No se trata ni de vociferar "huelga general" en cada ocasión, se tercie o no, ni tampoco de renunciar a este instrumento de gran presión, cuando sea necesario y se hayan creado las condiciones subjetivas para ello.