Cada vez se va destapando más, demostrando que se puede pasar de una actitudes dignas de compromiso político militante desde las filas del PCE, al total desvarío ideológico, político y moral, convirtiéndose en una currutaca de la comedia social.
No ha tenido bastante con prometer el oro y el moro en la campaña electoral a la alcaldía de Madrid y luego hacer una política que poco se diferencia de la de Ana Botella; ni con pasar del internacionalismo solidario, si alguna vez lo tuvo, al apoyo a los golpistas venezolanos, recibiendo y glosando a sus representantes en el ayuntamiento, mientras pedía libertad y democracia para Venezuela, en fraternal coincidencia con PP, PSOE, Ciudadanos, y los de segunda fila, que podría encabezar Bertín Osborne, sin faltar a la cita la UE y EEUU; ni tampoco era suficiente recibir a las amigas delegadas de los "terroristas moderados" de bajo voltaje, de Siria, llamados por la OTAN, EEUU, UE, Israel, Arabia Saudí, Turquía..., y por la prensa del régimen, "rebeldes moderados", en vez de denunciar la guerra de agresión que está sufriendo el pueblo de Siria desde hace seis años y exigir el fin de esta guerra y el acuerdo político para que el pueblo sirio decida qué quiere, a quién quiere y cómo lo quiere, sin la criminal intervención exterior.
No ha tenido bastante con todo esto, que tiene que demostrar que en los asuntos que afectan a la convivencia y acuerdo entre todos los españoles, en vez de enterarse bien de qué pasa, y entenderlo, y luego intervenir en la línea que defienden los que la auparon a la alcaldía, al menos así lo dicen, en la defensa de una España Federal, va a ofrecer sus buenos servicios a los nazional-secesionistas, alojando sus parrafadas anti democráticas en las dependencias del ayuntamiento de Madrid, después de conocer que aquellos hacen aprobar en el Parlament de Catalunya una ley para romper con España, sin ni siquiera informar del contenido de lo que quieren aprobar ilegalmente, ni permitir el debate parlamentario obligatorio desde el primer momento.
Bien por Carmena y por la izquierda flautista de Mas, Puigdemont, Junqueras, Romeva, Forcadell, Munté, Borràs, Gabriel, y suma y sigue. No había bastante con Iglesias, en primera fila del acto, con Garzón, con Centella, Nuet, Domènech.... Pongan además una alcaldesa en su vida. Mola.
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