La peor historia desgraciadamente se repite sin que los pueblos conscientes y sus intelectuales y políticos democráticos y, sobre todo, los de la izquierda real, corten de raíz con las causas que producen los desastres, después de conocer sus demoledores efectos. Nacionalismos fanáticos, pretensiones identitarias dívinas y demás zarandajas que conducen a los enfrentamientos, la violencia y la guerra, esconden siempre la verdadera causa: LOS INTERESES DE CLASE ENFRENTADOS DE LOS USURPADORES Y POSEEDORES DE LAS RIQUEZAS Y EL PODER. Paco Frutos Gras.
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