domingo, 23 de septiembre de 2018

"NO TODOS SOMOS IGUALES". ¿ MONTÓN O CASADO?

SOBRE GOBERNANTES, "LIDERES" Y CANTAMAÑANAS. 

Me parto de risa con la insignificancia del ser humano cuando engreído por un pequeño título, cargo político o público, se eleva, eleva, eleva, por encima del tejado hogareño, por el de su partido, partidillo o sindicato, hasta sobrepasar el campanario de la iglesia. Ya no digamos si uno o una son elegidos para alcalde, ministro, consejero, o conseller, según latitud. Personas que el día anterior hasta se arrugaban en un gesto de falsa humildad para aparentar no ser nada frente a fulano o zutana, se hinchan como globos al día siguiente si son escogidos o elegidos para un cargo de una cierta entidad.
Y, no se crean, esto afecta a todo el espectro político, sindical, jurídico e intelectual. Naturalmente, con grados diferentes de ostentación, vanidad, arrogancia, fanfarronería o pedantería, según el carácter más o menos soberbio, retraído engreído o chulesco de cada cual, que de todo hay de más y de menos. En conjunto, unos y otros se jactan, ríen y balancean como monigotes, cuando creen soltar una frase ingeniosa, una descalificación genial o una perogrullada política. 
Yendo a los ejemplos más recientes, recurro al título del artículo "No todos somos iguales". Hace unos días lo dijo con contundencia y agresividad la ex ministra de Sanidad del PSOE, Carmen Montón, defendiéndose de las acusaciones o de los indicios de máster o doctorado amañado y refiriéndose a Pablo Casado como destinatario y falsificador. A las pocas horas dimitía y salía por la puerta de servicio. Hoy, en su Fiesta de la Rosa en Barcelona, los jefes del PSC-PSOE parecen tener un máster en ciencia politiquera frente a los arcaicos corruptos del PP.  Ha destacado Ábalos por decir tantas burradas facilonas de politiquería barata. 
Ayer fue Pablo Casado, después de que la fiscalía no viera ningún dato sólido de prevaricación en su licenciatura y que en caso de un posible cohecho este habría prescrito, el que le devolvía el favor a Montón, repitiendo la frase con la chulería política de perdonavidas de la derecha-derecha, "La ministra Carmen Montón tenía razón, no todos somos iguales", ante la satisfacción y risas de un auditorio de conservadores y reaccionarios del antiguo PP valenciano, el que tuvo a sus principales dirigentes encausados por responsabilidad en múltiples corrupciones.
Estos dos ejemplos me sirven para denunciar y descalificar la politiquería que pulula en nuestros lares, que suplanta a la verdadera política, sea esta liberal, conservadora, socialdemócrata, comunista o revolucionaria. Diversas ideologías, entre ellas las conservadoras que yo y lo que representaba combatíamos, y combato, pero respetando a los que las defendían con más talla política que los actuales mandamases.
Francamente, el asunto de los doctorados y másters, no es el gran asunto de la economía y de la política, Es el fruto acelerado, entre otras cosas, del Plan Bolonia, que sirve a las universidades para forrarse y pone a los grandes empresarios como arbitros que exigen titulitis en lo que les interesa para contratar más fácilmente y por menos dinero. 

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