viernes, 14 de septiembre de 2018

"POR EL MAR CORREN LAS LIEBRES Y POR EL MONTE LAS SARDINAS. VAMOS A CONTAR MENTIRAS". TRALARÁ.

Se me ocurre este título sacado de una canción del Cancionero Popular Infantil, que pueden encontrar y cantar enterita, a propósito de la filosofía de mentira y engaño de los políticos que tenemos ahora,  de las trampas camufladas entre moquetas que se tienden, de la inconsistencia moral, ideológica y política de la mayoría de ellos y ellas, el término politiqueros sería el más aproximado para definirlos. Pululan por aquí y por allá, y no se crean, también por la Europa de la luz filosófica que generó la ilustración y otras cosas referentes a la libertad, la democracia y el socialismo. 
Vayamos por aspectos que aunque parezcan aislados forman parte de un todo:
1.- Sobre la llamada Diada, voy a decir poco, pues cada vez me interesa menos el poti-poti que se monta en su entorno. La Diada es ya un esperpento religioso secesionista, precedido de antorchas como si de Lourdes o de Berlin años 30 se tratara. Y lo siguen centenares de miles de feligreses, mayoritariamente de capas medias temiendo por sus intereses y creyendo que en el paraíso independentista prometido no peligrarán estos; feligreses horneados en el fuego de la indigencia mental y de la emoción como sustitutos de la política y la razón. Hace tiempo que siguiendo a sus párrocos se mearon en la historia real aproximada y se tragaron las historietas que les venden diariamente como churros sobre 1714, su identidad imaginaria, su inteligencia y su amor al trabajo. Virtudes que creen, o dicen creer, están en las antípodas de las gentes perversas de la España que les roba. Y Pujol y compañía continúan siendo sus ladrones a proteger.
2.- El lodazal sobre masters, doctorados y tesis, son otro gran ejemplo de cómo gastan el dinero los que cobran del erario público. Empezaron con Cifuentes hasta que la eliminaron de la escena, el PSOE y sus acólitos de "Juntos Podemos", coincidiendo seguramente con los ajustes de cuentas internos del PP, luego tocó el turno a Casado, saltó por en medio la ministra Montón, ahora Pedro Sánchez, y veremos la continuación. La conclusión a la que se llega es que los fraudes del otro son malos, los míos no. Conclusión válida para unos y otros para continuar politiqueando, aparentando que con ello están dirimiendo la bajada del precio de la luz, la falta de trabajo estable, el precio de una vivienda. O sea, chapotean y dicen que nos solucionan la vida.
Una sencilla observación de carácter general, válida para los doctorazos de la política y para los de cualquier ser humano: Se debe despreciar y combatir la titulitis y cada cual debe valorarse por lo que es y por lo que sabe. En la política, en la educación, en el trabajo. Se debe eliminar el fraude de falsificar currículums e imponer la norma verídica y democrática en todos los aspectos de la vida.
3.- Sugerencia al gobierno para que en vez de bailar la yenka, decidiendo algo un día y rectificando al siguiente, se ocupe realmente de cosas importantes. Por ejemplo, ¿por qué en 2006 había en España 200 ultrarricos de esos que declaran patrimonios superiores a 30 millones de euros y en 2016  579, mientras durante todo este período de la crisis-estafa se reducían drásticamente salarios, condiciones laborales, servicios sociales públicos, etc? 
Analizando esto quizás podrían sacar conclusiones  de cómo actuar en la política económica y social para restituir a la clase trabajadora lo perdido y decidir qué hacer para hacer verdad aquello tan defendido por la izquierda de "mejorar siempre las condiciones de vida y de trabajo" de la sociedad. Lo cual no significa, aclaro por si acaso, más consumismo y derroche neoliberal, sino más y mejor educación, más bienestar humano, más cultura, más y mejores servicios públicos, más convivencia....
4.- Algunas otras cositas para que Pedro Sánchez, y el gobierno y el PSOE en pleno, tomen nota: a/ denunciar el intento yanki, británico, alemán, francés, turco y de todos sus aliados y lacayos para que dejen de una vez de mentir sobre el pueblo sirio y sus instituciones y así poder continuar matando y destruyendo con la eterna mentira de las armas químicas utilizadas por Siria. Con ello podrían empezar a limpiarse de la sangre vertida en Libia e iniciar el proceso tardío de lucha contra la guerra y de defensa de la paz. En esa línea, Josep Borrell, que es ministro de Exteriores, podría dedicar un esfuerzo en vez de decir lo asépticas que son las bombas dirigidas por láser vendidas a Arabia Saudí. b/ pregunto si el gobierno tiene alguna posición democrática sobre el "golpe institucional" en Brasil y sobre la ofensiva de EEUU para liquidar cualquier perspectiva de avance social y político en América Latina.

Y aquí me quedo. De momento.

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