jueves, 28 de febrero de 2013

CAOS ITALIANO Y DERRUMBE ESPAÑOL.

¿CAOS EN ITALIA?
Bueno, pues es posible que sí, que algo, o mucho, de caos haya. Pero decir esto con gran alarma desde las instituciones europeas comunes o los gobiernos de cada país, o los dirigentes políticos de los grandes partidos oficiales del régimen es, como mínimo, y para ser suaves en la calificación, un mal chiste, una tomadura de pelo y una indecencia política y moral. Para entenderlo, los principales protagonistas económicos y políticos del régimen portador y responsable del caos no tienen ninguna autoridad ni credibilidad para hablar de caos. Es más, hablan siempre de caos y de derrumbe cuando lo que sale de las urnas, que tienen en los altares mientras les son favorables, no les gusta por una u otra causa. En Italia es porque no les gusta que Berlusconi, la criatura que ellos engendraron, tenga demasiados votos y posibilidad de decidir; ni les gusta que Beppe Grillo tenga más del 25 por cien de votos de mucha gente, en especial jovenes, que están hartos de la falta de trabajo decente, de los recortes en todo tipo en servicios públicos, en especial en la educación, y de una casta política intercambiable entre si, por la afinidad en la defensa de unas mismas políticas, la practique Berlusconi, Prodi, el Partido Democrático y aliados o Monti, el paracaidista de Bruselas y Alemania.  Todos esmerándose por cumplir los dictados del capitalismo italiano y europeo. Y así, el caos general, que en Italia tiene sus características propias, está asegurado. 

¿Y AQUÍ, QUÉ PASA, HAY CAOS ? ¿O QUIZÁS DERRUMBE?
Los políticos del sistema y sus sistemas de comunicación no se cansan de analizar los resultados electorales italianos y repetir, entre preocupados y dando doctos consejos, que nadie ha pedido, que la situación italiana es ingobernable. Escuchándoles a todos y poniendo atención en deslindar de la batalla tabernera partidaria lo que son preocupaciones legítimas de la gente que quiere soluciones y no el caos, he llegado a una aproximación a la cuestión, que me ha dejado preocupado: en España, de norte a sur y de este a oeste, hay derrumbe. Derrumbe económico, derivado del sistema financiero y la producción especulativa, que tiene como consecuencia el derrumbe social con sus efectos de paro, inseguridad y marginación; derrumbe en el imaginario popular del sistema de partidos y de los políticos, en términos muy generalizados; derrumbe de gran parte de la credibilidad sindical; y de la Monarquía como institución democrática moderna y popular;  y de  la Constitución como instrumento de convivencia democrática capaz de renovarse y canalizar las exigencias derivadas de nuevos problemas después de 35 años. El desafecto a esta situación genera denuncias, protestas y enfrentamientos, que sólo pueden encontrar una via de progresiva solución en un nuevo proceso constituyente  federal y participativo, que aborde los problemas económicos, sociales y políticos desde una perspectiva plenamente democrática y anticapitalista.
En resumen, en España hay caos porque  muchas cosas se han ido derrumbando por los efectos generales de las crisis del capitalismo y por la situación propia dentro de éste. En consecuencia, vale más que los cerebros que gastan tanta materia gris en analizar y escandalizarse con el caos italiano, la gaste en buscar alternativas para el futuro de este país, que no es que tenga una importancia especial como país pero es donde vivimos. Alternativas que no vendrán de repetir las mismas políticas neoliberales fracasadas.

Y HASTA CONSEGUIRLO, EXIGIMOS LA LIBERTAD DE LOS 5 CUBANOS PRISIONEROS EN EEUU.

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