martes, 23 de julio de 2019

DEBATE DE INVESTIDURA: UNA OPINIÓN GENÉRICA.


Me perdonarán ustedes si estoy algo confuso y no acabe de situarme ante el debate con amplias entendederas de calado político que me permitan comprender todos los recovecos, matices, silencios y glosas de las intervenciones. Creo que ha sido un debate raro, o quizás que en la actualidad hay cosas que se dan por sabidas y no es necesario concretar ni abundar en ellas.
Empecemos por el discurso del candidato. Dos horas del candidato para dar un repaso periodístico a los hechos que acontecen en la rúa me parece excesivo y no he llegado a la conclusión de si Pedro Sánchez es un genio de la política que está saliendo de la botella o, simplemente, ha hecho lo que sabía, que no ha sido gran cosa.
De Casado no esperaba más, ahora que le han dicho que dosificara la voz, bajara el tono y, sobre todo, buscara conceptos y palabras que no rayen en el lenguaje de la delincuencia política. Y ha quedado normalito en su papel de jefe de la oposición, tal como le ha tratado el mismo candidato para marginar a Cs.
Cs es un ente que me cuesta cada vez más seguir. Ha pasado de ser una alternativa de centro liberal con tintes sociales, surgida en Catalunya por obra y gracia de un relativo buen trabajo hecho frente a las aventuras de los secesionistas golpistas. Cs arrebató muchos votos obreros y populares al PSC, por la deriva y, a veces, la indigencia política de este partido, se expandió por España, tuvo buenos resultados en otros sitios, especialmente en Andalucía y, finalmente, parece navegar por aguas estancadas que no se sabe a donde desembocan.
De VOX no me cabe decir otra cosa que si apareció con fuerza gracias, sobre todo,  como "oposición" a sus "colegas" secesionistas de Catalunya, envueltos unos y otros en los trapos sucios de sus "patriotismos" reaccionarios, ha empezado a decaer y es para mí un futuro cadáver que solo sabe repetir las consabidas consignas fascistas y franquistas de toda la vida: contra el comunismo y los frentes populares, contra la emancipación real de la mujer, contra la solidaridad internacionalista y por la guerra. Nada nuevo. Hacer desaparecer a VOX con rapidez exige no cometer los mismos errores cometidos por los progres charlatanes de siempre y acertar en las políticas sociales y de organización de los trabajadores por parte de la izquierda sindical, intelectual y política.
Finalmente, en esta ocasión, Podemos le ha puesto los puntos sobre las íes a un Pedro Sánchez que parecía cachondearse de la organización con una sonrisa condescendiente, igual que ha hecho con prepotencia los últimos días. Pablo Iglesias ha hecho los discursos más interesantes y contundentes de la investidura y le ha dicho al candidato todo lo que le tenía que decir, con argumentos sólidos, con conceptos claros y con propuestas muy entendibles. Al final, parece que se reanudan las "negociaciones", o lo que sea. El jueves, nueva sesión.   

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