sábado, 6 de julio de 2019

DESCUBREN LA "LEY DE CLARIDAD" DE CANADA Y VAN COMO ZOMBIS BORRACHOS. NI FRACASADOS PARAN.

Ahora acaban de tener el último encuentro con algo "nuevo", muy "original" para ellos. Algo que les permite seguir dando la matraca con la pertinacia del ignorante, con el rollo secesionista, procesionista, soberanista, o lo que sea, hasta el hundimiento final, todavía lejano. Defienden la Ley de Claridad canadiense, aprobada hace bastantes años después de dos referéndums perdidos por los independentistas de Quebec, a pesar de que el último, celebrado en 1995, ni siquiera planteaba la secesión directa, sino que entraba en una negociación con el estado canadiense. Stéphane Dion, nacido en Quebec, profesor de Ciencias Políticas, fue ministro de Asuntos Intergubernamentales de Canadá desde 1996 hasta 2006, aprobándose en este período la célebre Ley de Claridad, citada y desconocida  por los separatistas. El proceso que condujo a la ley, y el contenido de esta, Stéphane Dion nos lo vino a explicar ampliamente en España hace unos años. Estuvo, que yo recuerde, en Madrid, donde además de un acto que le organizamos, nos entrevistamos durante largas horas, y en Barcelona.
Miremos los puntos principales de esta ley, impulsada por Dion y otros dirigentes, redactada por el Tribunal Supremo de Canadá y aprobada en las instituciones canadienses:
1.- No se puede convocar un referéndum de secesión de forma     unilateral.
2.- La pregunta ha de se clara y la convocatoria ha de tener un mínimo de participación.
3.- Las partes del territorio que voten por permanecer en el país no formarán parte del nuevo Estado independiente.

Y todo ello iba acompañado de un debate previo que se había producido en el conjunto de Canadá sobre las obligaciones económicas y de todo tipo que derivarían de una secesión, entendiendo que Canadá era un proyecto político y constitucional histórico, con grandes dependencias mutuas en todos los aspectos. 
El espectáculo grotesco montada el 1 de octubre de 2017 en Catalunya y las propuestas que hacían los separatistas no tenía nada que ver ni con la Ley de Claridad, ni con los contenidos elementales de una propuesta democrática. Eran, simplemente, la imposición de las medidas dictatoriales contenidas en las leyes de "Transitoriedad" y "Fundacional", aprobadas en el Parlament de Catalunya los días 6, 7 y 8 de septiembre de 2017.
Y después de todo esto y del circo autoritario montado por La Generalitat y sus secuaces civiles en el montaje de la republiqueta" feudal, los separatistas solo reaccionaron un poco ante la salida a la calle de centenares de miles de ciudadanos de Catalunya los días 8 y 29 de octubre, comprendiendo que no solo ellos salían masivamente a la calle, y con la aprobación posterior del artículo 155 de la Constitución. Luego algunos se largaron o se aprestaron a preparar nuevas aventuras. Ya lo afirmaban en el juicio los jefes: "No hem fet rés però ho tornarem a fer" (No hemos hecho nada pero volveremos a hacerlo). 


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